Esta es la
fuente "de acá". De toda la vida de Dios tuvo siempre mejor
agua: más clara, más fría, más limpia, más sabrosa, en fin, más todo. Estoy hablando0 del
caño de la izquierda, que el de la derecha, al venir de la otra fuente -"la de allá"- pues ya te puedes imaginar. Y para colmo nuestra imaginación fabuladora de chicos le hacía escupir sapos y culebras.
- Se lo juro como que caiga muerto: una bicha así de grande.
- Anda so tunante, menuda bicha estás hecho tú.
- Pues no se lo crea, pero
... (ver texto completo)