Aquí un señor que iba mucho a misa y comulgaba nos pinchó un balón a unos chavalines.
Si fué, a pesar de que la competición de el boleo venía anunciado en el programa de fiestas. Varios jóvenes y un servidor nos encontramos que nadie había llevado las bolas de hierro con las quye se lleva a cabo la partida.