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LA VENTOSA: Hola amigos/as del Foro...

Hola amigos/as del Foro
En su escrito del día 4 del mes de diciembre, se lamenta nuestro forero “Uno más” de la ausencia de noticias y opiniones escritas, de foreros de renombre y pioneros de este Foro, que antaño dieron caché al mismo con sus opiniones, respuestas y temas varios.
Yo les entiendo porque para escribir por ejemplo del tema que a todos nos gusta como eran las costumbres y vida en el pueblo en los años en que vivíamos allí, hay que ser un maestro como es nuestro amigo Juanito el Monaguillo, que cuando escribe sobre el mismo, a pesar del tiempo pasado, y haberlo hecho muchas veces durante tantos años, te deja con la boca abierta por la nitidez y claridad de sus recuerdos, y además siempre te aporta algún detalle casi olvidado. No es fácil, pero El lo consigue.
Hay veces que a mí me apetecería escribir de algún tema, ya sea político o social, del amor o desamor de las parejas, de los problemas y costumbres entre las parejas actuales, que distan bastante de las que formábamos nosotros, los que hemos cumplido los 60, de la educación buena y mala de los jóvenes, y de la comunicación de estos con sus padres, de la Iglesia, de las subvenciones al campo etc…y no lo hago por temor a que se crea que personalizo, y no es así pues yo defiendo que un escritor, (perdón por la comparación) no tiene que vivir en primera persona cada tema que escribe, sino que leyendo, observando, estudiando o consultando, o sea, estando al día de lo que pasa, puede escribir con mayor o menor acierto de cualquier tema. Y quede claro que siempre, siempre, sin ofender.
También puede darse el caso, sobre todo en el tema de la política, que al escribir una opinión sobre un partido, quedes “encasillado” y ligado a ese partido, sin que el lector piense con justicia y conocimiento, que antes de votar a este o aquel, hay que leerse los Programas…en fin, que sea por esto o aquello, el personal creo yo, se retiene de escribir, aunque debo reconocer que el Foro está últimamente más animado, y me gusta, si bien es verdad que se echan en falta foreros /as- pioneros/as.
Pero mira tú por donde el Forero “Uno más”, en su escrito del día 12 del mes de noviembre propone un tema del que no puedo opinar con un criterio firme sin personalizar, hasta cierto punto, y metiendo en ese saco a todas aquellas personas que hayan cumplido los 60. La sexualidad. ¿Se refiere a la nuestra? ¿Se refiere a la de nuestros padres? Quizás se refiera en general a la sexualidad de “aquellos tiempos” en nuestro querido pueblo…
Dejando la mía apartada, si puedo opinar que en los años que nos tocó vivir esa maravillosa experiencia, no teníamos ni repajolera idea de cómo meter mano al tema, (nunca mejor dicho), porque nuestros padres, no nos habían hablado de ello, y las “enseñanzas y consejos” de los amigos mejor no llevarlas a cabo, porque ellos sabían tanto como nosotros, es decir nada. El tema del sexo en nuestra juventud era un tema del que no se hablaba, o se hacía en voz baja, y daba como vergüenza escuchar.
¿Qué si se practicaba? Claro que si, entre los jóvenes siempre ha habido adelantado/as en cualquier época, pero la Moral de entonces era bastante rígida (casi todo era pecado) y se hacía deprisa y mal, muy mal, con malísimos resultados sobre todo para ellas.
Cuento un par de anécdotas que me sucedieron en distintas épocas de mi vida, y las dos en el pueblo, que nos dan idea de las “enseñanzas” que recibíamos sobre el sexo.
La primera fue en casa del Molinero que fue uno de los primeros en tener televisión en el pueblo. Tendría yo unos 8- 9 años, y me encontraba con mi madre y otras mujeres viendo una corrida de toros, y extrañado de la protección que los toreros llevaban en la entrepierna, pregunté con la inocencia de mis pocos años en voz alta.- ¿Qué es ese bulto que llevan los toreros madre? - y Ella, por toda respuesta me dio un pescozón diciendo: ¡”Tu a callar, y vete a jugar con los chicos”!
Con lo fácil que hubiera sido decir.-“Eso es una protección para el pito”. Pues no, pescozón y a jugar.
Otra anécdota me ocurrió de recién casado, 22 años yo, y 20 mi esposa. Mi segundo hermano, Félix, 6 años mayor que yo, y casado también antes que yo, me coge un día en el pueblo y me dice avergonzado y con cara de estar pasándolo muy mal.- Oye Manolo, ¿tu sabes comportarte en el tema del sexo con tu mujer?.- Y yo le contesto sacando pecho.- “Hermano, estás hablando con un maestro”. Si bien, le tenía que haber dicho:-“ No tengo ni repajolera idea hermano, dime lo que sepas que falta me hace”. Pero en aquella época también nos daba vergüenza escuchar, y más aun reconocer que no sabíamos nada del tema.
En el pueblo íbamos a la escuela hasta los 14 años, y terminábamos la enseñanza con la Enciclopedia Álvarez, y en ese libro no hay ninguna alusión al aparato reproductor del hombre, y menos al de la mujer. Hay varios dibujos del cuerpo del hombre (ninguno de la mujer) y en ninguno se ve el pene, y tampoco hay ninguna explicación de cómo se hacen los niños. Y el maestro no explicaba en clase ni siquiera en plan bíblico nada del amor entre hombre y mujer.
Yo tampoco recuerdo que ya en Madrid, los salesianos tocaran este apasionante tema en sus clases, de manera que se entiende que a los “jóvenes” que hoy tenemos 60 años nadie nos enseñó a utilizar nuestro cuerpo para dar y recibir placer. No obstante, debo decir que, a los que hemos sido curiosos y con ganas de aprender, hemos tenido tiempo de obtener un aprobado-notable en el estudio y práctica de tan hermosa asignatura. Pero sinceramente pienso que si ha sido así, es porque salimos del pueblo, y pusimos interés en aprender.
Que si, que sí, que en los pueblos también se hacía el amor, ¿de dónde si no hemos salido nosotros?
Sabido es que para hacer ese acto tan hermoso, se necesita una higiene escrupulosa y total, y una cierta, o mejor dicho, total intimidad, y entonces viene la pregunta: ¿Qué medios para la higiene tenían entonces (años 50-60) las casas en las zonas rurales, incluido nuestro pueblo? La palangana y el cubo de agua.
¿Qué intimidad tenían nuestros mayores?
Ninguna.
La mayoría de matrimonios de aquellos años tenían desde muy jóvenes y con 40 años, 3, 4, o más hijos, en casas con poco espacio en las que se hacía la vida en la cocina con la chimenea, y no sería muy “normal” que el padre y la madre se “ausentaran” para echarse una siesta.
Luego están también las condiciones físicas de la pareja. El, cansado después de una jornada de 12 horas en el campo, en el que la herramienta principal a usar era su fuerza física. Llega a casa y tiene que ocuparse de los animales, antes de llegar a la cocina y dejarse caer en la Banca agotado. Y así cada día, incluido el domingo que había que ir a por una carga de leña al monte
Ella, que empezó el día a las 7 u 8 de la mañana, y estuvo todo el día pendiente de los hijos, de la comida que puso muy temprano en la lumbre, que tenía que atizar de vez en cuando, de ir a lavar a los Lavaderos públicos con canastas de ropa pesadísimas, atender a las gallinas, cerdos, conejos etc, y poner la cena, quitar los platos y fregar y aclarar los mismos en barreños con agua, acostar o mandar acostar a los muchachos…y así cada día también.
¿Tendría ganas de hacer el amor esta pareja después de lo detallado?
Es posible porque a pesar de todo tienen 40 años.
¿Se van a levantar sin hacer ruido, calentar agua y lavarse para hacerlo?
Es posible, pero pienso que no, o que muy, pero que muy pocas veces lo harían. Más bien creo, que Ella le dejara “hacer” a El, y cuanto antes terminara antes descansaban los dos.
Así que con esos medios el amor en los pueblos se debía hacer como lo hacen los erizos, con mucho cuidado. Porque estamos de acuerdo en que hablamos del amor tal como se entiende hoy por las personas adultas, es decir, como medio de un disfrute importante en la relación de las parejas, durante el cual los dos disfrutan con su entrega al otro por igual, porque si hablamos de procrear, valía todo, y sobraba la palangana, y nosotros los que fuimos engendrados en aquellos años, estamos aquí como ejemplo…
Pero eso no debiera haber sido así, si hubiera existido una educación sexual, y muchas veces he pensado en el sacrificio tan grande que hacían las mujeres de aquella época al consentir las relaciones con sus parejas, y en las mujeres de épocas más actuales, que al no recibir información sobre esto han tenido hijos sin haber disfrutado del acto tan maravilloso de engendrarlos, pero éstas ya por la ignorancia de muchos hombres faltos de interés, e incluso egoístas.
Que haberlos, hailos.
Hace el amigo forero “uno más” en su escrito, alusión a los homosexuales de aquella época, y yo no tuve conciencia de esta condición del hombre y de la mujer hasta que no fui a vivir a Madrid cuando tenía 13 años, así que nada puedo aportar sobre si en el pueblo había o no homosexuales.
En fin amigos que esto leéis, he aquí el ejemplo de lo que decía al principio, de que se puede escribir en este foro de cualquier tema con mayor o menor acierto explicándose tal como uno sabe, y sin ofender, como espero haberlo hecho yo.
Con el siempre agradable espectáculo de ver caer las primeras nieves desde mi ventana en Cuenca, os mando a todos los foreros/as, y a los que nos leen un afectuoso y cordial saludo, en esta tarde de domingo.
Manuel.