BELMONTE: A D. Agustin Zafra...

Hola

Don Julio Reyes Rubio: muchas gracias por todo cuanto me envia; pero no he visto cumplido mi anhelo ya que no veo la villa de Belmonte por ninguna parte de sus escrito, me despido de Usted, atentamente Agustín Zafra López

A D. Agustin Zafra
Sobre Belmonte no tengo nada escrito pero no se preocupe le puedo enviar la historia de Cuenca, Cañete, Huelamo y Ucles, de mi ultimo libro: Toledo (Tulaytula) y la Marca Media.
No suelo dedicarme a la poesia porque escribo en prosa pero de mi libro: Puerto Rico: Raices españolas de la sociedad americana le envio unas poesias dedicadas a la innoble nacion de los Estados Unidos de America. He aqui estas:
De mi ensayo:”Puerto Rico: Raices españolas en la sociedad americana”

Así también dice Pavón: “la crisis de 98 acentúa y suscita en Cataluña, un auténtico separatismo y hace que brote el hasta entonces larvado y soterrado separatismo vasco; y que se inocule la tentación, todavía remota en Galicia llegando hasta puntos contradictorios en la misma Castilla confundiéndolo con el cantonalismo decimonónico”.
Finalizó con un romance que expresa el dolor de España por las pérdidas de estas últimas tierras entrañables, que el destino histórico nos tenía reservado la inevitable fatal separación.
Es mi versión personal del Romancero Viejo español sobre la pérdida España por el rey D. Rodrigo y dice así:

Las huestes de la madre España
Desmayaban y huían
Cuando en la octava batalla
Sus enemigos vencían.
España, deja en la derrota
Su corazón y su vida
Solo va desventurada
Sin ninguna compañía
Sin Cuba, Borinquen y Quisqueya
Ya no tiene sentido la vida
Pues ha perdido esta España
Lo más bello, que ella tenía.
España, de ver aquesto
Gran mancilla en si tenía
Llorando de los, sus ojos
De esta manera decía:
Ayer, yo era la madre España
Cuba, Borinquen y Quisqueya, mis más entrañables hijas
Hoy, todo lo he perdido
por la yanqui felonía
Ayer, villas, campos y manglares
Hoy, ninguno poseía
Ayer tenía muchos pueblos
Y gente que me servía
Hoy no tengo, ni bohíos, ni selva, ni serranías
¡Desdichada fue la hora
Desdichado fue aquel día
El que Dios me concedió
La tan grande señoría
Pues lo habría de perder
Juntó en un día!
Y, ante esta situación
España, exclama ante Dios
¡Oh muerte! ¿Por qué no vienes,
Y llevas, esta alma mía,
que ya, no quiero vivir
Ante, esta desdichada vida?

De mi ensayo:”Puerto Rico: Raices españolas en la sociedad americana”

España había ayudado, junto a Francia a los Estados Unidos de América en su Guerra de Independencia contra Inglaterra y con nuestra ayuda y su noble lucha por la libertad, consiguieron el nacimiento de su nación por la Paz de Versalles, donde Inglaterra reconocía su independencia el 3 de septiembre del 1783.
Sin embargo, en el año 1898 los Estados Unidos de América, olvidando estos hechos y con ingratitud y por motivos estrictamente imperialistas declaro la guerra a España, para despojarla de estas entrañables tierras que estaban indisolublemente a España desde la gesta del Descubrimiento de América.

A la nación americana, de aquel entonces y especialmente a la innoble acción de su presidente Mackinley que olvidando la ayuda de España en la construcción de los Estados Unidos de América contra el yugo inglés, le dedico, yo como español con mi espíritu patriótico, esta poesía a titulo póstumo.

Oh España, que podías esperar
De tal ingrata nación
Con gran falta de hidalguía
Que el yugo ingles rompería
Con tu ayuda, armas y tesón
Y cuyo pago a tu acción
Fue esa tremenda traición.
¡Ay, noble España, que pena!
La diste, tu corazón
Y a cambio tú recibiste
Tiranía, despecho y su sinrazón
¡Que miserable nación!
Aquella, que diste vida
Y a cambio de tu favor
Ella misma asesto un tajo en tu corazón.
¡Maldita seas, para siempre!
Maldita por aquel dia
Que con tu gran hipocresía
Quitaste a esta patria mia
Vida, alma y corazón
¡Ay Mackinley! cuan canalla
Que fementido traidor
Que a quien, te ayuda combates
Consumando tu traición
Moriste como viviste
De villano, sin honor
Y una mano asesina
Vengo tu despreciable acción
Dios te conceda la pena
De vagar por los infiernos
Eternamente, felón

España, sufre una gran pérdida y cunde en la Península, un estado desaliento y desmoralización por el destino histórico y se agudizan los problemas internos con la decadencia política que trajo tal desastre.

Julio Reyes Rubio
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Estimado don Julio Reyes Rubio: como amante de la historia veo en sus escritos cuando habla del Infante don Juan Manuel primer señor de la villa de Belmonte de Cuenca, este a la vez era hijo de Manuel hermano de Alfonso X el Sabio.

Estos a la vez fueron hijos de Fernando III el Santo, hijo de Berenguela y de Alfonso IX de León.

Alfonso VIII el de las Navas de Tolosa era padre de Berenguela y suegro de Alfonso IX de León, y este no participo en la batalla de Las Navas de Tolosa.

León y Castilla ... (ver texto completo)