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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Leyenda de santa Orosia...

Leyenda de santa Orosia

Resumen de la leyenda de santa Orosia, tomada de Roque Alberto Faci (1750):

Santa Orosia virgen, casada, mártir y reina de Aragón, patrona de la ciudad de Jaca y sus montañas y refugio seguro de sus devotos, hermosísima rosa de pureza e inocencia, nació en Bohemia hija de los reyes de este reino cristianizado por San Metodio en 880. Llegó a nuestras montañas, tras desposarse con don Fortuño Ximénez, séptimo y último conde de Aragón, en compañía de su tío San Acisclo Obispo, su hermano san Cornelio y mucha comitiva real. Oyendo que los musulmanes habían invadido el reino, se retiraron todos a una cueva de los términos de Yebra, pero descubiertos por los sarracenos, su caudillo Aben Lupo, atormentó y dio muerte a san Acisclo primero y luego a san Cornelio y a toda la comitiva. Todo esto ocurrió ante la presencia de la santa para infundirle temor con el fin de que cediera su belleza, hermosura y rara discreción, a la lasciva infernal de aquél lobo carnicero. Como la virgen se resistiera, lleno de furor aquel lobo sarraceno, mandó cortar los brazos y aserrar después las piernas y cortar su sagrada cabeza y mandó que aquellas santas reliquias virginales fuesen arrojadas por el monte de Yebra, para pasto de las bestias. Mientras la santa era martirizada, sintió sed y por medio de su intercesión manó una fuente cristalina que aún perdura. Ocurrió todo esto por el año de 920. Los ángeles cuidaron de dar honorífico sepulcro a santa Orosia y recogieron sus reliquias y las colocaron en aquél monte. Aquí estuvieron escondidas, habiéndose perdido la noticia del soberano tesoro, hasta que, a un pastor, se le manifestó el cuerpo y la cabeza, mandándole que dejara la cabeza en Yebra y llevara el cuerpo a la Santa Iglesia de Jaca, donde permanece incorrupto desprendiendo singular fragancia. Cuando las reliquias se acercaban a Jaca, las campanas comenzaron a sonar solas anunciando la llegada. Ese año estas montañas obtuvieron su mejor cosecha. En la cumbre de aquel dichoso monte de Yebra, y donde está la fuente referida, hay una ermita de santa Orosia, y antes de llegar a dicho sitio se ve debajo de una peña, otra iglesia donde se conservan las reliquias de san Acisclo, san Cornelio y la real comitiva, todas revueltas.