.../
Por ello se divulgó un libelo contra Leovigildo. Este libelo sería recordado por el canon 16 del III Concilio de Toledo del 589 para calificar a Leovigildo como detestable.
Para atraer a obispos y personas influyentes católicas hacia el arrianismo se organizaron coloquios sobre doctrina. Uno de ellos tuvo lugar en la Basílica de Santa Eulalia de Mérida entre el obispo católico Mausona y el obispo arriano Sunna.
Debido al fracaso de estas medidas, Leovigildo comenzó una persecución contra los católicos. Isidoro de Sevilla la relata del siguiente modo:
Lleno de furor por la perfidia arriana, inició una persecución contra los católicos, envió al destierro a muchísimos obispos, suprimió las rentas y privilegios de las iglesias, atreviéndose también, entre otros contagios de su herejía, a rebautizar a los católicos, no solo del pueblo sencillo, sino también de la dignidad del orden sacerdotal, como el obispo Vicente de Zaragoza, al que convirtió de obispo en apóstata.
Gregorio de Tours, por su parte, narra la persecución con las siguientes palabras:
Aquel año [580] hubo una gran persecución en España contra los cristianos, de tal modo que muchos fueron desterrados, expoliados de sus bienes, muertos de hambre, encarcelados, azotados y muertos por diversos suplicios. La cabeza de este crimen fue Gosvinta.
Según Isidoro, Leandro fue desterrado, pero se desconoce a dónde y el periodo. Pudiera haber sido desterrado entre 580-581, tras no aceptar el sínodo arriano de Toledo, o en 585, después de que Leovigildo ocupase Sevilla. Es posible que este destierro hubiese sido en Constantinopla. Según el cronista del siglo XIII Rodrigo de Cerrato Leandro fue desterrado de Híspalis a Cartagena.
Escudo de la ciudad de Sevilla, con el rey san Fernando en el centro flanqueado por los obispos san Isidoro y san Leandro.
Gregorio Magno dice que, cuando era enviado de la Santa Sede en Constantinopla, conoció a Leandro, que se encontraba en la ciudad por motivos de fe de los visigodos. El hecho de que su estancia en Constantinopla fuese por "por razones de fe" puede significar que estuvo para pedir a Tiberio II o Mauricio que ayudasen a Hermenegildo.
Gregorio Magno llegó a afirmar que Leandro era "el que más amaba". Las dos personalidades sostuvieron correspondencia, aunque según Gregorio Magno sus obligaciones en la Iglesia católica le impidieron escribir a Leandro con más amplitud.
Gregorio Magno le envió a Leandro una capa para que la usase en misa con el mensaje:
Debiera advertirte cómo debías vivir, pero no es necesario, porque en ti las costumbres van delante de las palabras.
/...
Por ello se divulgó un libelo contra Leovigildo. Este libelo sería recordado por el canon 16 del III Concilio de Toledo del 589 para calificar a Leovigildo como detestable.
Para atraer a obispos y personas influyentes católicas hacia el arrianismo se organizaron coloquios sobre doctrina. Uno de ellos tuvo lugar en la Basílica de Santa Eulalia de Mérida entre el obispo católico Mausona y el obispo arriano Sunna.
Debido al fracaso de estas medidas, Leovigildo comenzó una persecución contra los católicos. Isidoro de Sevilla la relata del siguiente modo:
Lleno de furor por la perfidia arriana, inició una persecución contra los católicos, envió al destierro a muchísimos obispos, suprimió las rentas y privilegios de las iglesias, atreviéndose también, entre otros contagios de su herejía, a rebautizar a los católicos, no solo del pueblo sencillo, sino también de la dignidad del orden sacerdotal, como el obispo Vicente de Zaragoza, al que convirtió de obispo en apóstata.
Gregorio de Tours, por su parte, narra la persecución con las siguientes palabras:
Aquel año [580] hubo una gran persecución en España contra los cristianos, de tal modo que muchos fueron desterrados, expoliados de sus bienes, muertos de hambre, encarcelados, azotados y muertos por diversos suplicios. La cabeza de este crimen fue Gosvinta.
Según Isidoro, Leandro fue desterrado, pero se desconoce a dónde y el periodo. Pudiera haber sido desterrado entre 580-581, tras no aceptar el sínodo arriano de Toledo, o en 585, después de que Leovigildo ocupase Sevilla. Es posible que este destierro hubiese sido en Constantinopla. Según el cronista del siglo XIII Rodrigo de Cerrato Leandro fue desterrado de Híspalis a Cartagena.
Escudo de la ciudad de Sevilla, con el rey san Fernando en el centro flanqueado por los obispos san Isidoro y san Leandro.
Gregorio Magno dice que, cuando era enviado de la Santa Sede en Constantinopla, conoció a Leandro, que se encontraba en la ciudad por motivos de fe de los visigodos. El hecho de que su estancia en Constantinopla fuese por "por razones de fe" puede significar que estuvo para pedir a Tiberio II o Mauricio que ayudasen a Hermenegildo.
Gregorio Magno llegó a afirmar que Leandro era "el que más amaba". Las dos personalidades sostuvieron correspondencia, aunque según Gregorio Magno sus obligaciones en la Iglesia católica le impidieron escribir a Leandro con más amplitud.
Gregorio Magno le envió a Leandro una capa para que la usase en misa con el mensaje:
Debiera advertirte cómo debías vivir, pero no es necesario, porque en ti las costumbres van delante de las palabras.
/...