ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Biografía...

Biografía

Origen

En su tratado De viris illustribus, Isidoro afirma que "tuvo por padre a Severiano, de la provincia cartaginense de España". Severiano es un nombre romano. Tuvo como hijos a Leandro (que fue obispo de Sevilla), Fulgencio (que fue obispo de Écija), Florentina (que fue monja) e Isidoro (que sucedió a su hermano como obispo de Sevilla). Leandro escribió una carta a Florentina a finales del siglo VI, conocida como De la educación de las vírgenes y del desprecio del mundo. En ella menciona a una figura maternal llamada Túrtur (tórtola), pero se desconoce si este era el nombre de la madre, si el nombre se utilizó a modo de recurso literario o si se estaba refiriendo a la abadesa del convento donde se encontraba Florentina.​

Del documento De la educación de las vírgenes y del desprecio del mundo también se extrae que la familia hispanorromana y católica tuvo que abandonar Cartagena por la llegada de unos extranjeros, que pudieran ser los godos o los bizantinos. Algunos autores piensan que el rey Agila I, ante la llegada de los bizantinos a esa zona de Hispania llamados por Atanagildo en 552, decidió expulsar a los hispanorromanos de la región para que no ayudasen al invasor.​ En el mismo documento, se dice que la familia se trasladó cuando Florentina era muy pequeña e indica que Isidoro nació mucho después, porque era pequeño cuando su hermana ya era monja. Por todo ello, es muy posible que Isidoro hubiera nacido cuando la familia se encontraba ya en Sevilla.​ Tras la muerte del padre, Leandro se encargó de sus hermanos menores.​

Antonio Hernández Parrales, archivero-bibliotecario del arzobispado de Sevilla, afirma también que Isidoro debió nacer en esta ciudad:​

en el año de 554, Severiano y su mujer, cuyo nombre se ignora, abandonan Cartagena, que había pasado al poder bizantino, y en un exilio forzoso o voluntario, vienen a establecerse en Sevilla acompañados de sus tres hijos, Leandro, Fulgencio y Florentina. Así nos lo cuenta el mismo San Leandro, al asegurar que la familia de Severiano y Turtur tiene que iniciar su exilio en el año 554 con sus tres hijos, con lo que nos viene a indicar que San Isidoro, el cuarto y menor de los hijos, no había nacido todavía”. Y escribe a continuación: “En Sevilla se señala hasta el sitio de la casa de su nacimiento, que es el lugar donde se levanta la parroquia de San Isidoro. Así lo hizo constar el padre Antonio de Quintana Dueñas, en su libro 'Santos de la ciudad de Sevilla y su Arzobispado', al decir: «Su insigne Parroquial, erigida en el sitio que presumen fue del Palacio de sus padres y de su nacimiento, es fundación del Santo Rey Don Fernando». Y el erudito Nicolás Antonio, en su ‘Biblioteca hispana vetus', dejó consignado que había nacido en Sevilla, porque generalmente se cree que todavía no había nacido Isidoro, cuando su padre Severiano vino exilado a esta ciudad: «Hispali natus vulgo creditur. In eam enim Urbem fama est exulen venisse, nondum eo nato, Severianum». Con lo que queda claro que, a pesar de los constantes e históricos intentos de negar la procedencia hispalense de San Isidoro, el filósofo fue sevillano.

Su nacimiento en Cartagena es recogido en fuentes muy posteriores: Adbreviatio Brauli caesaraugastani episcopi de vita sancti Isidori Hispaniarum doctoris (siglos XIII-XIV), la Vita S. Isidori anónima escrita en León (siglos XI-XII),​ el Códice de San Martino de León (hacia el 1200), Vida de San Isidoro de Rodrigo de Cerrato (siglo XIII) y el Breviario Hispalense (siglo XVI).​ Los hermanos Leandro, Fulgencio, Florentina e Isidoro fueron llamados colectivamente como los Cuatro Santos de Cartagena.​

El nombre Isidoro es un nombre teóforo pagano que significa "don de Isis", pero puede que se lo pusiesen en referencia al santo cristiano Isidoro de Chio. La veneración a este santo está documentada en el siglo VI en el norte de África y se habría extendido al sur de Hispania.

Leandro fue obispo de Sevilla desde tiempos del rey arriano Leovigildo y estuvo desterrado una temporada.​ Este monarca fue sucedido por Recaredo, que se convirtió al catolicismo en 587.