Antecedentes
La esclavitud ha evolucionado y se ha manifestado en formas diferentes a lo largo de la historia. En la actualidad todavía persisten algunas antiguas manifestaciones al amparo de creencias y costumbres tradicionales: las personas de castas inferiores, minorías tribales y los pueblos indígenas son, según Naciones Unidas, los más vulnerables.
Por otro lado, la esclavitud ha adquirido nuevas formas, como el trabajo forzado, el trabajo infantil y la trata de personas, donde las principales víctimas son menores y mujeres que sirven para abastecer las redes de prostitución y el trabajo en el servicio doméstico.
En el artículo 4º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 se afirma: “nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”.
Un año después, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 2 de diciembre de 1949 el Convenio para la represión de la trata de personas y la explotación ajena.
Desde entonces se han realizado numerosos esfuerzos para atajar y abolir la esclavitud, con pocos avances según datos de organizaciones internacionales, como la OIT, UNICEF y otros organismos internacionales de protección de los derechos humanos.
La esclavitud ha evolucionado y se ha manifestado en formas diferentes a lo largo de la historia. En la actualidad todavía persisten algunas antiguas manifestaciones al amparo de creencias y costumbres tradicionales: las personas de castas inferiores, minorías tribales y los pueblos indígenas son, según Naciones Unidas, los más vulnerables.
Por otro lado, la esclavitud ha adquirido nuevas formas, como el trabajo forzado, el trabajo infantil y la trata de personas, donde las principales víctimas son menores y mujeres que sirven para abastecer las redes de prostitución y el trabajo en el servicio doméstico.
En el artículo 4º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 se afirma: “nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”.
Un año después, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 2 de diciembre de 1949 el Convenio para la represión de la trata de personas y la explotación ajena.
Desde entonces se han realizado numerosos esfuerzos para atajar y abolir la esclavitud, con pocos avances según datos de organizaciones internacionales, como la OIT, UNICEF y otros organismos internacionales de protección de los derechos humanos.