En su conjunto la Redemptoris Mater puede considerarse la Encíclica de la "presencia materna y operante" de María en la vida de la Iglesia (cf. ib., 1, 25); en su camino de fe, en el culto que Ella rinde a su Señor, en su obra de evangelización, en su configuración progresiva con el Cristo, en el empeño ecuménico.