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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Comandante en jefe...

Comandante en jefe

Tras la muerte de Asdrúbal, Aníbal fue elegido por el ejército de Cartago estacionado en la Península Ibérica para que le sucediera en su condición de comandante en jefe.[26] Posteriormente, Aníbal sería confirmado en el puesto por el gobierno cartaginés,[28][36] a pesar de la oposición encabezada por Hannón (un rico aristócrata).[37] En esta época Aníbal contaba 25 años.[5] Tito Livio da una pequeña descripción del joven general:

A partir de su llegada a España, Aníbal atrajo todas las miradas. «Es Amílcar en su juventud, que nos ha sido devuelto», se escribían los viejos soldados. «La misma energía en la cara, el mismo fuego en la mirada: aquí está su aspecto, aquí sus gestos».[29]

Tras haber asumido el mando, Aníbal pasó dos años consolidando el poder cartaginés sobre las tierras hispánicas y terminando la conquista de los territorios situados al sur del Ebro.[38][39] En 221 a. C., en su primera campaña como jefe de las fuerzas cartaginesas en Hispania, se dirigió a la Meseta Central y atacó a los Olcades tomando su principal ciudad, Althia, llevando los dominios púnicos hasta las cercanías del Tajo. En la campaña del siguiente año, 220 a. C., avanzó hacia el oeste y se enfrentó a los Vacceos asaltando las ciudades de Helmántica y Arbocala. En el retorno de la expedición con abundante botín a su base de Qart Hadasht, una gran coalición liderada por los Carpetanos junto a contingentes de Vacceos y Olcades, le atacó junto al río Tajo, siendo derrotados por la habilidad del joven general cartaginés en la batalla.

Por su parte, Roma, temiendo la creciente presencia de los cartagineses en Hispania, concluyó una alianza con la ciudad de Sagunto,[26] situada a una distancia considerable del Ebro por la parte sur, en el territorio que los romanos habían reconocido como dentro de la zona de influencia cartaginesa,[14] y declaró a la ciudad como un protectorado.[40] Este movimiento político generó tensiones entre las dos potencias: mientras que los romanos argumentaban que según el tratado firmado en el año 241 a. C., los cartagineses no podían atacar a un aliado de Roma, los púnicos se amparaban en la cláusula del documento que reconocía la soberanía cartaginesa sobre los territorios hispanos situados al sur del Ebro. Excavaciones en curso (2008) en la ciudad de Valencia han hallado, entre otros restos, una empalizada, próxima a la margen izquierda del río Turia, que probablemente formaba parte de un campamento militar, el acantonamiento de Aníbal en su avance hacia Sagunto.[41]

Aníbal decidió dirigirse contra Sagunto,[20] y sitiar la ciudad,[40] que capituló en el 219 a. C., probablemente en el mes de noviembre,[26] tras ocho meses de asedio.[36][42][43] Roma reaccionó ante lo que consideraba una flagrante violación del tratado y reclamó justicia al gobierno cartaginés.[25] Debido a la gran popularidad de Aníbal y al riesgo de perder prestigio en Hispania, el gobierno oligárquico de Cartago rechazó las peticiones romanas y declaró la guerra que el general había soñado, la segunda guerra púnica, a finales de año.[28][44]