Por supuesto. Respondió Gordio. Y agregó –Eres una joven muy inteligente, ¿Quieres casarte conmigo?
-Primero hay que ofrecer sacrificios, dijo ella.
Entonces se dirigieron hacia la ciudad.
Ellos no sabían que el rey de Frigia había muerto subitamente y como no tenía hijos no se conocía al sucesor.
-Primero hay que ofrecer sacrificios, dijo ella.
Entonces se dirigieron hacia la ciudad.
Ellos no sabían que el rey de Frigia había muerto subitamente y como no tenía hijos no se conocía al sucesor.