Ten en cuenta que éste no es un mantel común. Basta con que digas: “ ¡Mantel, prepárate!” y tendrás de comer y beber todo lo que quieras.
El joven le dio las gracias y emprendió el camino de vuelta a casa. Al anochecer, entró en una posada y le dijo a la posadera:
-No se preocupe por la cena: tengo algo mucho mejor. –Cogió el mantel mágico, lo extendió sobre la mesa y añadió-: ¡Mantel, prepárate!
El joven le dio las gracias y emprendió el camino de vuelta a casa. Al anochecer, entró en una posada y le dijo a la posadera:
-No se preocupe por la cena: tengo algo mucho mejor. –Cogió el mantel mágico, lo extendió sobre la mesa y añadió-: ¡Mantel, prepárate!