Por fin, al llegar aun promontorio, Pinocho vio una
columna de humo que salía de una oscura
cueva. Se acercó nadando y, cuando se disponía a tocar tierra, fue sacado con violencia del
agua, estaba atrapado en unas redes de
pescar y se veía rodeado de escurridizos peces que no cesaban de retorcerse.