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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Alf lanzó una risotada y aceptó orgulloso y sorprendido...

Alf lanzó una risotada y aceptó orgulloso y sorprendido aquella estúpida condición, y sin mediar otra palabra, empezó a correr hacia la cima de la montaña. El chico, aunque delgado, era terriblemente ágil y muy rápido, y empezó a seguir al gran guerrero a cierta distancia.. Según iba pasando el tiempo, cada vez el gigantón iba más lento y más agotado, durante todo el ascenso y descenso el joven fue siguiendo al gigante, pero en su caso como era más delgado y no llevaba ni casco y capa, apenas estaba cansado, y en los últimos metros cuando iban llegando al pueblo el joven adelanto al gigante y llego el primero.