—Cuéntame un cuento, tío.
El tesoro perdido
El monje sonrió entre dientes.
—Una historia antigua, pues
“Un padre le dijo a su hijo —empezó el monje—: `Voy a morir pronto, hijo mío. Llévate mi oro a tu casa. Es tuyo. Pero recuerda que no has de fiarte de nadie. Ni siquiera de tu esposa´. El padre confiaba en que su hijo, Sonam, tendría presente su consejo y comprendería cómo se estilan las cosas en el mundo.
El tesoro perdido
El monje sonrió entre dientes.
—Una historia antigua, pues
“Un padre le dijo a su hijo —empezó el monje—: `Voy a morir pronto, hijo mío. Llévate mi oro a tu casa. Es tuyo. Pero recuerda que no has de fiarte de nadie. Ni siquiera de tu esposa´. El padre confiaba en que su hijo, Sonam, tendría presente su consejo y comprendería cómo se estilan las cosas en el mundo.