¡Ya la tenemos aquí, ya llegó, y, bienvenida sea! Me estoy refiriendo, como habréis imaginado a la PRIMAVERA, que aunque sus días y sus noches aun no sean muy calurosos, a algunos es cuando nos llega el deseo de abrir de par en par las ventanas y dejar pasar el luminoso rayo de sol de una mañana clareada o el brillo oloroso de la noche bajo un cielo azul.
Quizá si cerramos los ojos y nos dejamos llevar por la imaginación a aquellos años de adolescencia y primera juventud, podamos oir ladrar un perro, el traqueteo de un carro pasando bajo la ventana de nuestra casa, o el rebuznar de un borrico.
Con un poco de suerte, y sólo con que prestásemos un poco de atención, podríamos incluso, hasta llegar a oír, como venida del otro mundo, una canción que un muchacho canta a su muchacha.
Es curioso todo lo que se puede hacer con la imaginación, y mucho más si tenemos en cuenta que la Primavera ha llegado hace sólo unos minutos y hoy se celebra mundialmente EL DÍA DE LA FELICIDAD.
Quizá si cerramos los ojos y nos dejamos llevar por la imaginación a aquellos años de adolescencia y primera juventud, podamos oir ladrar un perro, el traqueteo de un carro pasando bajo la ventana de nuestra casa, o el rebuznar de un borrico.
Con un poco de suerte, y sólo con que prestásemos un poco de atención, podríamos incluso, hasta llegar a oír, como venida del otro mundo, una canción que un muchacho canta a su muchacha.
Es curioso todo lo que se puede hacer con la imaginación, y mucho más si tenemos en cuenta que la Primavera ha llegado hace sólo unos minutos y hoy se celebra mundialmente EL DÍA DE LA FELICIDAD.
