Contemplando estas vistas viene a mi memoria algo que escribió un Gran Maestro de las letras: "El río brilla y espumea y se precipita a través de los vapores, mientras la naturaleza, parecida a un niño abandonado, juega con la vida eternamente joven, con la frescura, el sol y la primavera"
Así también, quiero hoy, ocho de mayo, imaginar a los alconcheleros, a Alconchel y a sus gentes: eternamente jóvenes.
Así también, quiero hoy, ocho de mayo, imaginar a los alconcheleros, a Alconchel y a sus gentes: eternamente jóvenes.