Aunque al principio era un pájaro callado y yo no tenía el menor interés por él, con el tiempo se convirtió en un querido y erudito Periquito con una rara habilidad para improvisar ingeniosos cometarios...
Chitón, no hagamos ruído, no vaya a ser que despertemos a estas perdices que ya deben estar dormidas, como voy a estarlo yo dentro de unos minutos cuando os haya enviado un beso de buenas
noches y os haya deseado que paséis una
feliz noche. Chiitssssssss, silencio... y envío mensajeeeeeeeeeeeeeee