Dice la Miltología que Eco fue hija de la Tierra y del Aire, y que ayudaba a Júpiter distrayendo a la celosa Juno mientras aquél andaba ocupado en sus amorosos devaneos, hasta que la temible diosa habiéndose enterado de lo que a espaldas suyas ocurría, condenó a Eco a vivir en el fondo de los bosques y a repetir las últimas sílabas de las palabras que oyese...