Compramos energía a futuro

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

¡Jolines, y jolines! En lo que menos pensaba yo cuando me tomaron esta foto, es que ya existían los aspiradores en España; serían los primeros, eso sí, pero ya existían. Mucho menos pensaba entonces, que con el paso de los años, en vez de una escoba de ciacillo, o de palma, utilizaría uno que con el tiempo, haría que me doliesen los riñones, y es que pasados los sesenta, tanto la escoba, la fregona, como el aspirador hacen que estos te duelan; por eso, he decidido tomar un descansito hasta las doce, que será el momento de levantarme del "cacharrillo" y terminar de pasarlo por las dos habitaciones que me quedan. ¡Seguro que mi espalda me lo agradecerá, y "il meu cuore" también! No hay que ser ansiosos, y menos si se trata de pasar el aspirador. ¡Si fuese para bailar un vals, todavía...!
Besetes, salaos.

LA MODA DEL DOLOR DE ESPALDA.
En esta época de excesiva tensión los padecimientos de la columna vertebral nos hacen pensar muchas veces en las personas que lo sufren e imaginarlas como un patético ejército de varios millones de personas que acuden cojeando penosamente a los centros de asistencia sanitaria para que les estiren, enderecen, rocíen, calienten, enfríen, inyecten, manipulen, amasen, o simplemente examinen sus doloridas espaldas...

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Por otra parte, un número parecidoopta porrecurrira los métodos caseroso bien busca la magiade curanderos, charlatanes y ensalmadores, porque ha perdido la esperanzaen los médicos...

¡Vamos! Parece que las letras tengan frío y me hayan pedido que junte las palabras para, de esta manera, entrar en calor. Jolines, así no va a entender los mensajes ni Dios.

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Dondequiera que vayan y hagan lo que hagan, la historia de cada uno es digna de ser contada... y ninguna de ellas, al igual que sus espaldas, son completamente iguales...

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Hace ya tiempo, y como fiel socia del club de espaldas enfermas, decidí que algún día escribiría una crónicasobre los peligros, problemas, malentendidos y fracasos que origina un dolor de espaldas, y muy especialmente, acerca de las extrañas anécdotas derivadas de este viejo dilema médico...

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Lo primero que entendí, después de pasar por masajistas, cremas, geles, pastillas, capsulas, acupuntura, y algunos que no recuerdo es que lo mejor, si el dolor se podía soportar, era olvidarme de él por un tiempo, y hacerme a la idea de que actualmente no existen muchos medios más para remediar este mal de los que había el año 1736, por ejemplo...

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Ayer recordaba el año 1736 porque fue el año que una hábil "Saly la loca", se hizo famosa en Inglaterra por aliviar con sus dedos los dolores de espalda de personas importantes...

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Otra de las cosas que comprobé es que el dolor de espalda, antes casi oculto con vergüenza bajo un emplaste de mostaza o "un parche Sor Virginia", se exhibe hoy día con tanto orgullo como la cicatriz derivada de un lance de honor...

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El dolor de espalda, se puede decir que, ha sustituído a la úlcera como secuela de una vida de agobiante actividad, y hasta el extremo se ha convertido en símbolo de buena posición social que el paciente pregona abiertamente su afección por la postura que adopta al estar de pie: con la pelvis echada hacia adelante y una mano colocada aproximadamente sobre la quinta vértebra lumbar...

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Los dolores de espalda de los años 50-60, que padecían los trabajadores del campo, muy poco tenían que ver con los de nuestros días; ahora, la mayoría de las veces, el dolor de espalda surge cuando se está mucho tiempo sentado delante del ordenador o delante de la televisión, cuando se hace un mal gesto jugando al golf, etc. pero los de aquellos años, los años 50-60 como he dicho antes, surgían cuando los segadores, por ejemplo, no disponían de la maquinaria agrícola de la que se dispone hoy día, y tenían que hacer todo el trabajo " a mano"...

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Era en aquellos años, cuando, se paraba para comer, y la espalda ya no aguantaba más, cuando el que padecía el dolor, "se tiraba" al suelo, entre surco y surco, para aminorar, por unos minutos el dolor...

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También dolían los riñones cuando se cogían los titos, yeros, garbanzos, etc. y los pastores los padecían muchas veces, al ponerse en cuclillas durante un buen rato a la hora del ordeño, o por estar demasiado tiempo andando por el campo a la hora de llevar a las ovejas a pasturar al campo...

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Muchas veces, sobre todo cuando vemos un Spot publicitario sobre colchones, se achaca el mal de espalada a un mal colchón, y esto me hace pensar, en lo buenos que debían ser los colchones de los años 50 rellenos de lana, borra, hojas de "piñas" de maiz y algunos más, que nadie se quejaba de tener dolor de espalda, y en cambio ahora, este dolor es el pan nuestro de cada día...

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Bueno, no sé si esta dolencia tan "bien vista" en nuestros días, será por dormir en un Flex, Pikolín y otras marcas, pero lo que sí sé es que según los entendidos, puede llegar a ser muy peligrosa, aunque raramente mortal...

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El dolor sin duda es real, ¡claro que sí!, y causa más pérdidas de horas de trabajo que un resfriado común, sim embargo, se estima que sólo el veinte por ciento de los que sufren de la espalda tienen defectos estructurales, como por ejemplo tener una pierna un centímetro o dos, más larga que la otra, o sufren alguna enfermedad...

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La gran mayoría de las personas sólo padece una afección leve, o periódica, o "chic", principalmente de origen muscular...

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En el tratamiento de estos espasmos musculares, nervios oprimidos, puntos neurálgicos y otros misterios del llamado "Campo del tejido blando", la opinión de los médicos difiere considerablemente...

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No deja de ser curioso que casi todas estas penosas circunstancias hayan originado las mejores anécdotas sobre dolores de espalada, ya que el tema es presa fácil de la compasión y el melodrama...

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Cualquier persona atacada al inclinarse sobre el lavabo para limpiarse los dientes por la mañana, y a la que el dolor ha dejado tendida en el suelo, chillando como una foca, recordará la humillación hasta el día de su muerte, y jamás es expresará con más claridad que al relatar los detalles del incidente...

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No es que nos alegremos del dolor ajeno cuando vemos a alguien conocido "cojear" por causa del dolor de espalda o por el aplastamiento del nervio ciático, pero que me digan a mí, quién en Alconchel, cuando ha visto una cosa así, no se ha puesto a reir y a decirle al que padece el dolor que casi camina como Etelvino, "el pinchaculos", que fue, después de Don Lino, el practicante de Alconchel....

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"Es curioso: en cuanto a uno le duele la espalda, se entera de que casi todo el mundo padece de lo mismo", dice un conocido mío, veterano de esta dolencia...

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Por lo tanto, yo creo que es natural que quede excluído del grupo quien no pueda hablar sobre "su" serie de ejercicios dorsales, "su corsé terapéutico o "su" sillón de masajes...

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Siempre se ha dicho que las mujeres sufrimos más que los hombres con los dolores de espalda aunque, eso sí, nos quejamos menos... ¡machotas somos..., madre!...

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Si en la actualidad este padecimiento parece ser "sólo para hombres", es porque son ellos los que más "escándalo arman" cuando les duele...

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Al hablar con varones de mi vecindad, en la sala de espera de la consulta médica, he podido comprobar la gran variedad de padecimientos lumbares existentes. Es típica la historia del señor que sufrió la primera punzada cuando, metido hasta el cuello en el cálido espíritu navideño, se inclinó para depositar una moneda en una hucha del Ejército de Salvación y se quedó como las quintas de Herculano o Pompeya: petrificado, tan inmóvil como la mujer de Lot, con un súbito dolor de espalda, incapaz de incorporarse hasta que consiguió poco a poco tumbarse en la acera con la ayuda de Santa Claus que tocaba la campanilla, el cual le auxilió con una mano mientras con la otra continuaba con la campanilla no fuese que lo fueran a despedir por no cumplir con su trabajo. ¡Y no estaban las cosas, como para ir haciendo el tonto, con la crisis...!