Compramos energía a futuro

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

Uno de los sueños más antiguos del hombre tan vivo hoy como hace tres siglos es el de llegar y poder vivir en la Luna.

Uno ya se cumplió y no seré yo quien diga que ello represente una grandiosa empresa científica; por el contrario, creo que aún nos falta por hacer aquí en la Tierra descubrimientos más importantes de los que nos aguardan en la superficie lunar...

...
Sin embargo, no puedo restarle valor a la fascinación que esa aventura ha ejercido sobre la imaginación de los hombres mucho antes de que nos fuese permitido sentarnos ante la pantalla de televisión para presenciar los giros de los astronautas...

...
Plutarco, Luciano, y Ariosto escribieron acerca de la Luna, antes aún de los días en que Julio Verne Y H. G. Wells pusieron de moda la novela científica. El siglo XVII se ve dominado por la idea obsesiva de viajar a la Luna...

...
Esa misma idea dominaba la razón de Isaac Newton aquel día de 1666, cuando, sentado en el huerto de su madre, meditaba acerca de la fuerza de la gravedad. Y así, a la edad de veintitrés años, concibió su admirable imagen de que la Luna es como una pelota arrojada con tal fuerza que cae tan rápidamente como el horizonte y da la vuelta entera alrededor de la Tierra...

...
La imagen conserva su validez con respecto a cualquier satélite, y, por tanto, Newton calculó modestamente cuánto tiempo tardaría un astronauta en caer alrededor de la Tierra. El joven científico estimó noventa minutos; hoy hemos podido comprobar que estaba en lo cierto...

...
Con aquella reveladora cifra la imaginación se puso, aquel día, a tono con la Naturaleza y produjo así una armonía perfecta. El día que en realidad se pisó la superficie de la Luna no fue sólo un triunfo de la técnica, sino también de la imaginación...

...
Se dice que todas las grandes creaciones de la imaginación son así; tanto en el arte, como en la ciencia, como en la vida. Nos convencen porque dan a la realidad un más hondo sentido de perfección. Comenzamos con el vocabulario de imágenes más sencillo: con "derecha" e "izquierda" y con "uno, dos, tres", y antes de darnos cuenta de cómo ha sucedido, las palabras y los números se ponen de acuerdo para armonizar con la Naturaleza...

...
Entonces, cuando esto ocurre, percibimos en unas y otros la unidad sustancial del espíritu y la materia.