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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

Leyendo una poesía de Rubén Darío encontré el nombre de Piérides, de la mitología Griega, y como "no tenía el gusto de conocerlas" pasé por casa de "mi tío Google" y él me dió una explicación convincente, así que aquí os la dejo:

"En la mitología griega, las Piérides (Πιερ&#943 ;δες) eran — en un principio — las hijas de Píero, rey de Macedonia y de Evipe. Eran nueve jóvenes doncellas orgullosas por creerse especialmente dotadas con un excepcional talento para la música, el canto y la poesía. Estaban tan orgullosas de su virtud que decidieron atravesar la Tesalia y parte de Grecia hasta llegar al monte Helicón para retar a Las Musas y así, disputarles la supremacía del canto. «Si sois vencidas—dijeron las Piérides—nos cederéis el Parnaso y las floridas riberas del Hipocrene; si obtenéis la victoria os daremos los valles de Macedonia y buscaremos un asilo en los montes nevados de la Tracia»; las Musas aceptaron el reto...

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Las Piérides comenzaron su canto celebrando con versos largos y monótonos el combate de Zeus y los Gigantes; prodigando así, desmesuradas alabanzas a la bravura de los hijos de la Tierra. Su canto les brotaba sin vida, sin color ni concordancia... La Musa Calíope fue la que se encargó de responderles y tejió en el acto un himno al poder infinito de los dioses y al Señor del universo, que con un soplo da vida a la creación y con una mirada reduce a todos los seres a la nada... Después, cantó la historia de Deméter y su eterno vagar por el mundo, su solicitud maternal, su temor, su esperanza y los numerosos beneficios que por ella prodigamos, que le hicieron digna de tantos templos levantados en su honor...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
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Apenas hubo acabado el canto, las ninfas del Parnaso, que debieron ejercer como jueces, le otorgaron la victoria a las Musas. Las hijas de Piero prorrumpieron entonces en fuertes protestas agrediendo a su rivales; pero al momento sus cuerpos se cubrieron de plumas negras y blancas y quedaron convertidas en urracas, yendo a posarse luego en las ramas de los árboles cercanos. Bajo ésta nueva forma, conservaban aún el mismo temperamento en ser charlatanas e inoportunas.

El poeta Nicandro nos ... (ver texto completo)