Ofertas de luz y gas

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

"La fiesta había empezado de verdad. Siguió día y noche durante siete días". Sin embargo, cuando Ernest Hemingway escribió estas palabras en su famosa novela "Fiesta", alla por el año 1925, no sabía que, para él, aquella fiesta iba a durar toda su vida...

...
No lo sabía porque lo que en realidad empezaba entonces para el joven y aún desconocido autor era una fiesta mucho mayor que los sanfermines pamplonicas, una fiesta llamada España...

...
Desde 1922, fecha de su primera visita, a 1938, sólo faltó enn tres ocasiones, 1928, 1932, y 1936, a su cita anual con nuestro país, con esa España que, por conocerla tan bien, le permitió crear lás páginas más entrañables y lúcidas que ningún extrangero haya escrito jamás sobre ella...

...
Luego, tras un largo paréntesis, volvió en 1953 para cortejar a su "amada" casi ininterrumpidamente hasta su muerte...

...
Durante sus múltiples viajes, Hemingway recorrió el país de parte a parte; llegó a conocer el Museo del Prado mejor que la mayor parte de los españoles; vivió, por una razón que entonces creía justa, el Madrid cercado y bombardeado de la guerra, y, ya laureado con el Nobel, asistió al poco concurrido entierro de Pío Baroja, al que pocos días antes había ido a visitar para decirle con toda humildad cuánto le debía como escritor...

...
Hemingway fue esa mezcla tan española de pasión y alegría, de luz y tinieblas, y tan explosiva mixtura le permitió terminar en 1931 el libro más importante sobre los toros que haya escrito un autor español: "Muerte en la tarde"...

...
También son de tema español dos de sus mejores novelas, la ya citada "Fiesta" y "Por quién doblan las campanas", quizá su obra de mayor éxito, aparecida en 1940...

...
La constante española fue el tema de su único reportaje, "El verano peligro" (1960); de su única conferencia pronunciada en 1937 en los Estados Unidos; de su única obra teatral, "La quinta columna" (1937); de su único guión cinematográfico, un documental titulado "Tierra española" (1937)...

...
También, en numerosos artículos y cuentos, dejó testimonio de su honda fidelidad al país que, según sus propias palabras, amaba más después del suyo...

...
Patéticamente, el 2 de julio de 1961, cuando el viejo cazador puso fin a su vida con su escopeta favorita, una habitación estaba reservada a su nombre en un hotel de Pamplona. Cinco días después la Fiesta comenzaría, aunque esta vez ya sin él.

...
Una calurosa mañana de primavera de 1948 Hemingway se encontraba en Cuba; Aquella mañana vestía un pantalón caqui sujeto por un viejo cinturón de cuero con una enorme hebilla en la que se leía Gott Mit Uns (Dios con nosotros), y una camisa blanca de hilo, tipo "sport"...

...
Tenía el cabello negro con algunos mechones grises, y un espeso bigote. Hemingway imponía, más por su corpulencia (sobrepasaba el metro ochenta de estatura y pesaba más de noventa kilos), por su personalidad...

...
Era vehemente y electrodinámico, pero poseía un gran autodominio, como un caballo de carreras contenido por las bridas.

Se detuvo a hablar en correcto español con uno de los músicos que se paseaban tocando entre el público, y entonces quien no lo conociese muy bien podría haber descubierto algo en él que le hubiese llamado la atención: su alegría...

...
Emingway sabía gozar de la vida. Creaba a su alrededor un ambiente de optimismo y bienestar y todos los allí presentes cedían a su influjo...

Cuando hablaba de la fina que poseía a las afueras de la Habana, ¡Con qué entusiasmo lo hacía! Decía que el placer de escribir en las luminosas y frescas mañanas sin más sonido que el canto del gallo de pelea o el rumor de las codornices que se acercaban a beber a la piscina antes de que saliera el sol...

...
Las horas transcurrían inadvertidas mientras saboreaba unos daiquiris con los amigos y hablaba de las cosa más divertidas: cine, el jugador de beísbol Ted Williams, Lerna Horne, Proust, televisión, peces espada, recetas culinarias, e indios...

...
Tenía por costumbre invitar a sus amigos a pasar el día a bordo de su yate "Pilar". Tenía ésta 12 metros de eslora, y era pilotada por él de tal manera que pasara frente al castillo del Morro, donde descubrieron las moradas aletas pectorales de un merlín...

...
Hemingway le dió una caña de pescar a uno de sus inespertos amigos y le dijo: "Vete entrenándote con esto". La primera reacción de su amigo fue de pánico, pues se encontraba ante uno de los grandes pescadores del mundo, un enorme merlín, una complicada caña de pescar... ¡Y su absoluta ignorancia sobre la materia...

...
Pero Hemingway era un extraordinario maestro, y con voz serena y paciente guió a su amigo en cada paso de su aprendizaje, hasta que consiguió izar a bordo al grande y hermoso merlín. "Podríamos fundar una nueva empresa -le dijo a su amigo-: "Hotchner y Hemingway, Proveedores de Merlines"...

...
UN HOMBRE ORIGINAL.

Ernest, o "Papá", como le llamaban sus amigos, cuando tenía 49 años ya se había casado cuatro veces, había combatido en tres guerras y vagado intensamente por el mundo..., pescando merlines en el Caribe, cazando en África, o viendo corridas de toros en España. Estas experiencias las recogió en cuentos y novelas tales como "Fiesta" y "Adiós a las armas"...

...
Ello dió a la literatura norteamerinana un nuevo estilo, líricamente sencillo, directo y realista, además de ejercer una sensible influencia en escritores de todo el mundo...

...
Leyendo sus escritos, se puede descubrir que por la tumultuosa vida de Heminway fluían simultáneamente dos profundas corrientes: una era el anhelo de vivir total e intensamente las alegrías y los sinsabores de la existencia, y la otra, su capacidad de evaluar estas expeiencias y reflejarlas con precisión en la letra impresa...

...
Según dicen, era un hombre original. No le bastaba la palabra de ninguna otra persona. Tenía que paladear, oler, ver y oír por sí mismo. Y sobre lo que veía, oía y experimentaba escribía en una forma que hacía al propio lector sentirse parte integrante de la lección...

...
"Todos los buenos libros tienen una cosa en común" -dijo un día- "Después de haber leído uno de ellos tenemos la impresión de que todo lo que cuenta ha ocurrido, nos ha sucedido a nosotros y nos pertenece para siempre: la felicidad y el infortunio, el bien y el mal, el éxtasis y el dolor. Si uno es capaz de comunicar eso al lector, entonces se es escritor"...

...
Ernest Hemingway pidió a Hotchner que adaptara alguna de sus obras para la televisión, un reto que implicaba también viajar con él por todo el mundo, visitando los lugares donde pasó su juventud y donde habían tenido lugar las acciones descritas en sus libros...

...
Con él -dice Hotchner- cazé pájaros en su rancho de Idaho, nadamos en su finca de Cayo Hueso, en Florida; apostamos a las carreras en París y pescamos truchas en España. Con él recorrí las lomas de El Escorial, azotados por el viento, donde había convivido, como corresponsal, con los soldados republicanos duramente la guerra española; con él viajé en automóvil por las encantadoras carreteras francesas, por las que en otro tiempo se había paseado en bicicleta en unión de Scott Fitzgerald...

...
"Con él visité el parque de París, donde, cuando sólo era un pobre escritor joven, había cazado pichones para poder comer...

...
Cuando escribía, Hemingway trabajaba intensamente; cuando no lo hacía practicaba el arte del descanso con igual entusiasmo. Nunca tenía demasiada prisa por saborear los placeres que le rodeaban...

...
Viajero del mundo, había asimilado casi todo cuanto había que aprender sobre cualquier lugar que visitaba. Sus conocimientos sobre la topografía, el clima, las costumbres, la historia, los productos hortícolas, las aves, los vinos, los platos típicos, las flores silvestres, la arquitectura y el gobierno de cada país eran prodigiosos...

...
Su intenso in terés por el paisaje que atravesaba tendía a hacer los viajes en su compañía lentos, aunque sumamente agradables. Una distancia que normalmente se podía hacer en automóvil en un día, a él le llevaba cinco...

...
Le gustaba detenerse a merendar con calma o entretenerse en los mercados callejaros de los pueblecitos que encontraba en el camino, mezclándose
con la gente, probando su puntería en las casetas de tiro, empapándose de impresiones que luego vertería en sus obras...

...
Una vez, en las carreras de Auteuil, el precioso hipódromo del Bosque de Bolonia, de París, Hemingway, embelesado al contemplar el público que se amontonaba ante las ventanillas de apuestas, le dijo a Hotchner: " Escucha el ruido de sus zapatos sobre el piso mojado. ¡Qué hermoso resulta todo bajo esta luz velada por la neblina!...

...
Podía haberlo pintado Degas. Y si lo hubiera hecho, la luz del lienzo sería más verdadera que la que estamos viendo. Esa es precisamente la misión del artista...

...
Y sea en el lienzo o en la página im presa, debe captar el objeto con tanta realidad que el tiempo no marchite su grandeza"...

...
PRIMERO ES LA PALABRA.

Aunque su dedicación a escribir era una faceta suya de la que el público nunca fue testigo, constituía el aspecto más importante de su carácter. En cierta ocasión dijo: "Uno necesita tener por su trabajo la misma devoción que por el suyo tiene un ministro de Dios"...

...
Escribir suponía para Hemingway un arduo esfuerzo estimulante, que exigía todo lo que él llamaba sus "jugos". Cuando preparaba un libro, se dejaba absorber totalmente por él, y al final de cada día contaba el número de palabras que había escrito y las apuntaba meticulosamnete en un diario...

...
"He visto todos los amaneceres de mi vida - dijo una vez-. Me levanto con la primera luz del alba, y empiezo a leer y corregir todo cuanto escribí el día anterior...

...
De este modo repaso un libro todos varíos centenares de veces, puliéndolo hasta dejarlo afilado como el estoque de un torero...

...
El final de "Adiós a las armas" lo escribí 39 veces en el borrador y lo corregí más de treinta en las pruebas, tratando de dejarlo completamente a mi gusto"...

...
Probablemente, su mejor opinión sobre la literatura queda resumida en las siguientes palabras de su discurso de aceptación del Premio Nobel: "Para un verdadero escritor, cada libro debe ser un nuevo comienzo, una nueva meta que parece imposible de alcanzar...

...
Debe perseguir siempre algo que otros han intentado lograr, pero han fracasado"...

...
"Y es precisamente por haber habido tan grandes escritores en el pasado por lo que el escritor de hoy se ve impulsado mucho más lejos de donde puede llegar, a un extremo donde nadie puede ayudarlo"...

...
GALLARDÍA ANTE LAS DIFICULTADES.

Ir mucho más lejos de donde se puede llegar, enfrentarse cada día a la eternidad, intentar lo que parece imposible..., estas cosas exigen un valor del más alto grado. Ernest Hemingway lo poseía. Una vez describió el valor como "gallardía ante las dificultades"...

...
Con ello significaba todas las dificultades de la vida: guerras, escritos, enfermedades, suerte adversa..., Parecía enamorado del peligro. A los dieciocho años de edad, siendo voluntario de la Cruz Roja en el frente italiano duarnte la Primera Gurra Mundial, estaba con tres soldados de infantería en una trinchera cuando una granada de mortero austríaca cayó sobre ellos matando a dos de los italianos e hiriendo gravemente la pierna del escritos...

...
A pesar de sus heridas, Hemingway logró echarse a hombros al italiano aún vivo y llevarlo a través de un campo batido por fuego de ametralladora...

...
Cuando llegó con él a lugar seguro, el soldado ya había muerto, pero por esta hazaña Italia le otorgó dos de las más altas condecoraciones del país...

...
Más tarde, un cirujano extraería de su pierna fragmentos de metralla...

...
Durante la Segunda Guerra Mundial fue a Francia como corresponsal de guerra, pero pronto cambió esta función por la de combatiente activo. El artista John Groth recordaba haber llegado a una granja francesa ocupada por Hemingway y un grupo de guerrilleros bajo su mando...

...
Estaban cenando cuando los cañones alemanes del 88 abrieron fuego sobre ellos, esparciendo yeso y trozos de vidrio por toda la estancia. Todos cuantos se hallaban sentados a la mesa con él se lanzaron de un salto al sótano, dedicado a almacén de patatas..., todos menos Ernest...

...
Él continuó tranquilamente sentado a la mesa, comiendo queso y bebiendo vino.
Asombrado, Groth le preguntó: - ¿Cómo puedes quedarte ahí sentado?
-Mira, Groth- contestó suavemente el escritor -, si te tiras al suelo cada vez que oyes una explisión, acabarás con una indigestión crónica...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
...
EL VALOR DE LA CONVICCIÓN.

Pero había una diferente clase de valor que explicaba la mayor parte de lo Hemingway hacía, creía y respetaba en los demás: el valor de la convicción. Un día un amigo le preguntó si debía ceder a su cada vez mayor deseo de renunciar a su seguro empleo editorial y tratar de seguir adelante por él mismo como escritor. "Es un consejo difícil de dar -le contestó-. Nadie sabe lo que lleva dentro hasta que pretende sacarlo...