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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¿Comprar más casas jugando al Monopolyyyyyyy? Uuuuuuuuuuuuuuf,...

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Entonces las cosas, cuando se complicaban, se podían detener con un simple “No ha valido”. Los errores se arreglaban diciendo “Empezamos otra vez” y las discusiones terminaban con un “Bieeeeeeen”. El peor castigo y condena era, a lo sumo, que te hicieran escribir 100 veces “No debo…”...

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Tener mucho dinero sólo significaba poder comprar más casas jugando al Monopoly o comprarte un helado o una bolsa de chucherías a la salida del cole.
Hacer una montaña de arena podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde...

¿Comprar más casas jugando al Monopolyyyyyyy? Uuuuuuuuuuuuuuf, pues no tuvieron que pasar años hasta que los de "mis yerbas" pudimos jugar al Monopoly.... Algunos hasta ya utilizaban las cuchillas Palmera o Sevillana que llegaron después de la Navaja.
Hacer montones de arena, los chicos no hacían muchos, y las chicas la utilizábamos para fregar los botijos en el pilón de la fuente y las ollas y sartenes en casa.
Lo que sí hacían los chicos y las chicas que sus padres tenían labranza es ayudarles a poner los montones de paja en la era para después estenderlos y trillarlos; estos montones de paja, para el que no lo sepa, se llamaban LEVÁS.
Otros de los montones que se hacían eran de trigo, cebada, centeno, avena, o pipas de girasol.
No todo lo de los montones estaba relacionado con el trabajo pues también se jugaba, con las cartas de la baraja, a Los Montones y sobre montones grandes de Sirle, se colocaba un palo viejo atravesado y se hacía un columpio del copín.
Del dinero ya ni hablamos, así que eso de tener mucho dinero, nada de nada. Como mucho alguna que otra pesetilla, o cinco reales para comprar una gaseosa en el bar del hermano Emiliano y poder ver, sentado en el suelo la serie de Rin-tin-tin.
Lo de sentarnos en el suelo, digo yo que sería por si nos dormíamos no pegarnos "la costalá" "ende mú p árriba de las alturas" Jejejejejeeee