JUAN DE ARACENA=La segunda parte del dicho describe al personaje: "ni palabra mala, ni obra buena". Este individuo, natural de aquella localidad onubense, donde tuvo olivares y viñas a finales del siglo XVIII, existió. Se caracterizó por ser un bribón encubierto cuya conducta errática, inesperada y caprichosa hacía poco recomendable su amistad y compañía. Tildar a alguien de ser un "Juan de Aracena" es tanto como llamarle persona de poco fiar, taimada y de reacciones imprevisibles. Se dice, asimismo, de quien con buenas palabras consuma traiciones.