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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Babieca, no, pero estar en Babia, mentalmente me lo...

No muchos, pero a algún Zorronglón que otro he visto yo alguna vez. ¿Y vosotros?
" ZORRONGLÓN.
Que hace de mala gana, con lentitud exagerada, y de mala manera las cosas que se le mandan, murmurando, refunfuñando y mostrando repugnancia. Es metátesis de rezonglón, derivado de rezongar, que es lo que este individuo hace de continuo para mostrar su desacuerdo y mala disposición a obedecer y a cumplir con su deber."

Algún que otro AGUAFIESTAS, he visto yo por ahí... ¡Jolín!, ¡Y cómo joden la marrana! (expresión alconchelera) Según el libro de Celdrán, un Aguafiestas es:
"Sujeto que perturba cualquier diversión; malasombra que incomoda y molesta; metepatas que impide que otros disfruten de la fiesta, cayendo como un jarro de agua fría sobre las ganas de regocijo de los demás. Es término compuesto, en el que el verbo soporta la base del significado, ya que aguar equivale a frustrar, turbar o interrumpir una ocasión festiva, jocunda y alegre. Se tiene in mente la acción de aguar el vino, bebida propiciadora de alegría y diversión, acción que contribuye a rebajar sus efectos, dando así al traste con las posibilidades de regocijo. Alonso J. de Salas Barbadillo, en La hija de la Celestina, (principios del siglo XVII), usa así el verbo aguar: "Si el vino se estima en cuanto es puro, generoso y vivificante, ¿para qué aguarlo y volverlo zupia... (inútil y despreciable)?".
Sebastián de Covarrubias utiliza esta palabra en el sentido que aquí expresamos. Hoy sigue en uso.
Puede llegar a ser insulto grave en su acepción de gafe, persona por cuya mera presencia se van las cosas al garete.

Algunas veces había oído el insulto Desastroso, y Desastre, pero este de ASTROSO no lo había oído nunca. Según recoge el libro de Celdrán, una perona astrosa es:

"Sujeto vil y despreciable, capaz de llevar a cabo bajezas y traiciones; también, persona desaseada, desastrada y sucia. En ambos sentidos empleó ya el término el autor del Libro de Apolonio, (siglo XIII):

Por amor el astroso de sallir de laçerio
madurgó de manyana e fue poral çiminterio;
aguzó su cochiello por fer mal ministerio,
por matarla rezando los salmos del salterio.

Se dijo también del mezquino, desgraciado y miserable, sentido que da al vocablo Sem Tob de Carrión en sus Proverbios Morales, (mediados siglo XIV):

Quando las tus cobdiçias
ganas por ser mintroso,
por muy sabio te priçias,
e tyenes por astroso
al que non quier engaño...

En la acepción de persona desastrada, desaliñada, que descuida su aspecto importándole poco la imagen que proyecta, utiliza el término Cervantes: "Dice la historia que era grandísima la atención con que don Quijote escuchaba al astroso caballero de la Sierra...".
Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua (1611), añade una tercera acepción, la de persona sin ventura:... aquel en cuyo nacimiento concurrieron muchas estrellas en su favor para subir a gran estado, muere desdichado. Y desastrado, al que no tiene ningún astro que le favoreciese y vive toda su vida miserable, abatido, y sin que nadie en vida ni en muerte haga caso dél.
Es su acepción más antigua, uso que da a este vocablo Gonzalo de Berceo. De esa acepción tomó su significado el término "desastre": infelicidad, descalabro y desorden. San Isidoro de Sevilla, (libro X de sus Etimologías, siglo VII) dice que astrosus es aquel que ha nacido bajo una mala estrella: malo sidere natus."

ALCORNOQUE, como insulto, sí lo he oído decir a alguien más de una vez. Según el libro de Celdrán, Alcornoque es:

"Individuo bruto y desmañado; sujeto zafio, de gran tosquedad y rudeza. El poeta romántico Ventura de la Vega, (mediados del XIX), utiliza el vocablo en su acepción insultante: " ¡Hombre, Zapata es un alcornoque...!". La acepción peyorativa de "alcornoque" en su sentido figurado estaba presente en el nombre mismo del árbol, puesto que el sufijo latino "-occus" alude a la tosquedad de su corteza, y por extensión a la de los individuos de quienes se dice o predica."

Babieca, no, pero estar en Babia, mentalmente me lo he dicho yo misma muchas veces, pero sin saber que ESTAR EN BABIA ya se decía hace siglos.

"Algunos quieren que el origen de la expresión sea italiano, en cuya lengua el
término expresivo bobbia tiene que ver con el hecho de comer la sopa boba, situación de marginación y desamparo. No parece que sea así, ya que fue insulto empleado por Gonzalo de Berceo (principios siglo XIII), en su Vida de San Millán, donde pone en boca del diablo las siguientes palabras:
Aun agora quieres fer otro poblamiento:
bien me ten por babieca si yo te lo consiento...

Babieca es quien habita en Babia, aunque Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana (1611) escribe: "... al hombre desvaído, grande, flojo y necio suelen llamar babieca por el sonido, con la alusión a bobo".
"Estar en Babia": habitar esa región leonesa; sujeto que anda siempre embobado. José María Sbarbi, en su curioso Florilegio de refranes, (finales del siglo XIX) asegura que Babia es el país de los tontos, pero no afirma que se trate de la Babia leonesa. Y el erudito Manuel Milá y Fontanals escribe que los habitantes de Babia pasaban por ser gentes de cortos alcances, a quienes se atribuyeron costumbres ridículas, como la de secar velas al humo, pescar la luna reflejada en el agua, o segar el trigo con escalera.
El hecho de ser región montuosa hacía pensar a los habitantes del llano que los de Babia segaban de tan estrambótica manera. De hecho, la noticia venía ya dada en una obra de teatro menor del siglo XVI, de Velázquez de Velasco, titulada La Lena, donde se lee al respecto de cierto individuo muy tonto: "Este es sin duda de aquellos que cuentan de la tierra de Babia, donde los trigos se siegan con escalera". Cree el citado José Mª Sbarbi que Babia puede ser una derivación de la voz "baba", y sería el país o conjunto de los tontos de baba. Esta visión nos lleva a otras disquisiciones históricas muy lejanas en el tiempo. La alusión a los bobos o tontos a quienes se les cae la baba es frecuente en la literatura medieval. En su Libro de Buen Amor (primer tercio del siglo XIV), Juan Ruiz utiliza voces como vaboquia = orgullo desmedido y altanero, propio de quien tiene escaso seso. También se puede leer en los Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo (principios del XIII), o en el Libro de Alexandre, de finales del mismo siglo, donde la palabra bavequia alude a los bobos o tontos de baba..."
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Cuando queramos insultar a alguien con la palabra Zorrocloco, hemos de saber que "es un sujeto abobado, que parece tonto, pero que sin embargo está atento a lo que le conviene y presta atención a su utilidad. Utiliza el término Francisco de Quevedo en su Cuento de cuentos, primer cuarto del siglo XVII. Es compuesto de "clueco" = enfermizo, y "zorro" = sujeto astuto. El zorrocloco es un listo que se hace el bobo para mejor engañar a quien se las da de listo no siéndolo tanto...