La zona «nacional»
En la España que los sublevados denominaron «nacional», no existió inmediatamente después del golpe un poder supremo y único. Cada general ejerció su autoridad en el espacio en el que operaba.
Unos 14.000 oficiales del ejército de Tierra (junto con los de las fuerzas de seguridad), que tenían a sus órdenes alrededor de 150.000 soldados, fueron el componente militar básico de los rebeldes.
Tras la muerte de Sanjurjo el 20 de julio en un accidente aéreo se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas. Se proponía la difícil tarea de coordinar y unificar la acción de los insurrectos.
La zona «nacional» contaba con una extensión aproximada de 230.000 km2 y en ella se asentaban algo más de 10 millones de habitantes. Apenas disponía del 20 % de la producción industrial del país, pero contaba con el 70 % de la agrícola.
En la España que los sublevados denominaron «nacional», no existió inmediatamente después del golpe un poder supremo y único. Cada general ejerció su autoridad en el espacio en el que operaba.
Unos 14.000 oficiales del ejército de Tierra (junto con los de las fuerzas de seguridad), que tenían a sus órdenes alrededor de 150.000 soldados, fueron el componente militar básico de los rebeldes.
Tras la muerte de Sanjurjo el 20 de julio en un accidente aéreo se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas. Se proponía la difícil tarea de coordinar y unificar la acción de los insurrectos.
La zona «nacional» contaba con una extensión aproximada de 230.000 km2 y en ella se asentaban algo más de 10 millones de habitantes. Apenas disponía del 20 % de la producción industrial del país, pero contaba con el 70 % de la agrícola.