Esto de los cacos, creo que cada vez está más a la orden del día, y no solamente en las grandes ciudades, sino que también aprovechan y visitan muchos pueblos. Sin ir más lejos, ayer por la mañana escuché en Radio Nacional, en un programa de la mañana dedicado a la agricultura, ganadería, caza y pesca, cómo se quejaba un agricultor de la poca vigilancia que había en los campos de cultivo y de cómo se aprovechaban estos mangantes, robándoles sus cosechas. Explicaba que los robos los hacían de tal forma, que no sobrepasase lo estipulado por la ley, para si los cogían robando, solamente quedase en un juicio de faltas por hurto. Este trabajador de la tierra, también se quejaba de que no solamente se llevan poco a poco las cosechas sin o que arramblan con todo lo que pillan y destrozan todo lo que encuentran.
Al final no sabemos hasta dónde llegarán, ni si los agricultores y gentes del campose tendrán que quedarse a dormir entre alcachofas, lechugas, y coles. ¡En fin...!
Al final no sabemos hasta dónde llegarán, ni si los agricultores y gentes del campose tendrán que quedarse a dormir entre alcachofas, lechugas, y coles. ¡En fin...!