Buenas tardes de nuevo Castilleja, Sí ese era el juego de Antón Pirulero que jugábamos de niñas.
Ahora he recordado un chiste que no sé si te hará reir o llorar pues yo con los chistes soy muy mala aunque con este, a una la hice hacer aguas Jajajaja y éso que no tengo la gracia que tiene el amigo Emigrao.
Mira eran dos amigos, uno ciego y el otro tartamudo y el ciego le dice a su amigo:
-Qué desgraciao soy y qué mala suerte tengo; tanto como me gustan las motos y no puedo conducirlas.
- Popopo noo tetete preopreo cucuccupesss, tutú tutú tete cogcogcococompas la la moootto y yoyo tete tete te guio -le dice el tartamudo al ciego.
- ¿Sí, harías eso por mí?
- ¡Cla cla claclaro, pa pá pa éso son son los amiiigos- contesta el tartamudo.
El ciego saca sus ahorrillos, se compra la moto y dos cascos y se presenta en casa de su amigo; se suben a la moto y... Burumburm se van carretera abajo.
Un poco antes de llegar a la primera curva a la derecha, el tartamudo indica:
-Cu cu, cu cu, cuuurrva a la la dereeecha- y el ciego, ñiaaaack, curva a la derecha que toma.
La siguiente curva era a la izquierda, así que el tartamudo seguía "guiando" diciendo esta vez:
- Cucú cucú, cu currva a la a la izquieeerda- y hacia allí giró el ciego.
En la siguiente curva el tartamudo se equivocó y en vez de decir curva a la derecha dijo a la izquierda y.. ¡Pataplás! allá que van los dos de cabeza a la cuneta.
Un vez un poco repuestos pero con el susto aún en el cuerpo dice el tartamudo mientras se sacudía el polvo de los pantalones:
-La la vi, la la vi..
¡- ¡Y si la viste, por qué no me lo dijiste!- increpó el ciego.
- ¡La la Vi virgen, qué tortazo!
Venga corazón, un beso y buenas noches. Milagros
Ahora he recordado un chiste que no sé si te hará reir o llorar pues yo con los chistes soy muy mala aunque con este, a una la hice hacer aguas Jajajaja y éso que no tengo la gracia que tiene el amigo Emigrao.
Mira eran dos amigos, uno ciego y el otro tartamudo y el ciego le dice a su amigo:
-Qué desgraciao soy y qué mala suerte tengo; tanto como me gustan las motos y no puedo conducirlas.
- Popopo noo tetete preopreo cucuccupesss, tutú tutú tete cogcogcococompas la la moootto y yoyo tete tete te guio -le dice el tartamudo al ciego.
- ¿Sí, harías eso por mí?
- ¡Cla cla claclaro, pa pá pa éso son son los amiiigos- contesta el tartamudo.
El ciego saca sus ahorrillos, se compra la moto y dos cascos y se presenta en casa de su amigo; se suben a la moto y... Burumburm se van carretera abajo.
Un poco antes de llegar a la primera curva a la derecha, el tartamudo indica:
-Cu cu, cu cu, cuuurrva a la la dereeecha- y el ciego, ñiaaaack, curva a la derecha que toma.
La siguiente curva era a la izquierda, así que el tartamudo seguía "guiando" diciendo esta vez:
- Cucú cucú, cu currva a la a la izquieeerda- y hacia allí giró el ciego.
En la siguiente curva el tartamudo se equivocó y en vez de decir curva a la derecha dijo a la izquierda y.. ¡Pataplás! allá que van los dos de cabeza a la cuneta.
Un vez un poco repuestos pero con el susto aún en el cuerpo dice el tartamudo mientras se sacudía el polvo de los pantalones:
-La la vi, la la vi..
¡- ¡Y si la viste, por qué no me lo dijiste!- increpó el ciego.
- ¡La la Vi virgen, qué tortazo!
Venga corazón, un beso y buenas noches. Milagros
mu bueno mi niña y no digas mas que no tienes gracias pa contar chiste que tener la tienes a espuertas un beso
-castilleja-
-castilleja-
¡Hale, hale, Castilleja...! ¿Y las espuertas cómo son "comederas"? Lo digo porque si son más grandes ya nos vamos a los "capachos" que era donde donde los chicos sacaban la paja cuando sus padres les decían: ¡Enga!, a sacar un capacho paja pá las mulas, y si es menester dos.
Los capachos estaban hechos con pleíta que esta a su vez había sido hecha con esparto; eran redondos y tenían dos asas aunque yo ví alguno con tres.
Un beso Castilleja. Milagros
Los capachos estaban hechos con pleíta que esta a su vez había sido hecha con esparto; eran redondos y tenían dos asas aunque yo ví alguno con tres.
Un beso Castilleja. Milagros
De capachos y pleita mi padre sabia un rato, como se dice en Andalucia. El esparto se recogia en los montes y, cuando por motivos de lluvia o heladas, no se podia salir al campo, mi padre hacia pleita al lado de la chimenea, es un recuerdo para mi imborrable, pues miestras la hacia, me explicaba histórias antiguas y cuentos. Con este trabajo extra aprovechaba el tiempo, ya que no le gustaba ir al bar, y mi madre iba a vender las espuertas, los capachos etc. Recuerdo que solia traer aceite para todo el año. Además las vendia muy bien, ya que era un buen artesano y las hacia a conciéncia.
Otra de nuestras costumbres, que mucha gente ni las conoce.
Un abrazo para todos. Clarisa
Otra de nuestras costumbres, que mucha gente ni las conoce.
Un abrazo para todos. Clarisa
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