Good morning: (buenos días)
Milagros, la palabra “enclavación” yo también se la oía a mi madre, y por lo que recuerdo, la usaba cuando comíamos y dejábamos la sartén, la fuente, el perol, arrebañadas y más limpias que el jaspe, y nos decía algún día, os vais a comer hasta la enclavación.
Porque en la posguerra, años cuarenta y cincuenta, en España se paso muchas necesidades y algunas gentes hasta hambre, no fue mi caso, necesidades si, hambre no, como he dicho en alguna ocasión soy hijo de agricultores y mis padres tenían cuatro picos de tierra y un par de mulas y teníamos cubiertos los alimentos de primera necesidad, alimentos naturales (ahora les llaman ecológicos); el pan se cocía en los hornos comunes, que había en los pueblos y duraban por lo menos una semana estaba bueno hasta duro se remojaba y se hacían sopa con leche fresca de cabra que también teníamos dos o tres cabras para el avio, sembrábamos lentejas, garbanzos, titos (ahora resulta que la harina de almortas para hacer gachas es tóxica, pues anda que no comí yo gachas y aquí me tienes más sanote que un roble) judías, molones, tomates, pepinos, calabazas, aceite de oliva que se mantenía embasados en las nafras metálicas ubicadas en las cámaras años enteros y no se ponía rancio (ahora te lo sirven en garrafas de plástico y ponen la etiqueta consumir preferentemente antes de un años, los plásticos me dan asco, que creo que tardan más de 400 años en descomponerse) la miel, esa si que es muy buena para el cuerpo decía mi madre y el arrope hecho con aguamiel te chupabas los dedos, el vino, pisada la uva por nosotros en la bodega de mi tío, en los meses de octubre, y se hacia la primera prueba del mosto fermentado ya convertido en vino por el mes de febrero del siguiente año así pille yo mi primer pália, los gorrinos que nos comíamos hasta los cascabillos, menudos somarros salían del solomillo del gorrino, estaría todo el día contando cosas del pueblo.
Lo peor era que las faenas del campo eran muy duras se hacían jornadas de sol a sol con unas temperaturas muy extremas tanto de calor como de frió, aunque a mí solo me paso rozando esos trabajos tan duros, ósea que yo ahora no tengo viñas ni nada de campo, solo le utilizo para hacer deporte,
Respuesta a la adivinanza del otro día, de cómo entrarían en una cama diecisiete personas…….. BENEDICTO XVI y una NOVICIA.
Vaya mastina que os estoy metiendo esta mañana
SEE YOU NEXT DAY (Hasta el próximo día), saludos y besos para todos/ as de un Nostálgico.
Milagros, la palabra “enclavación” yo también se la oía a mi madre, y por lo que recuerdo, la usaba cuando comíamos y dejábamos la sartén, la fuente, el perol, arrebañadas y más limpias que el jaspe, y nos decía algún día, os vais a comer hasta la enclavación.
Porque en la posguerra, años cuarenta y cincuenta, en España se paso muchas necesidades y algunas gentes hasta hambre, no fue mi caso, necesidades si, hambre no, como he dicho en alguna ocasión soy hijo de agricultores y mis padres tenían cuatro picos de tierra y un par de mulas y teníamos cubiertos los alimentos de primera necesidad, alimentos naturales (ahora les llaman ecológicos); el pan se cocía en los hornos comunes, que había en los pueblos y duraban por lo menos una semana estaba bueno hasta duro se remojaba y se hacían sopa con leche fresca de cabra que también teníamos dos o tres cabras para el avio, sembrábamos lentejas, garbanzos, titos (ahora resulta que la harina de almortas para hacer gachas es tóxica, pues anda que no comí yo gachas y aquí me tienes más sanote que un roble) judías, molones, tomates, pepinos, calabazas, aceite de oliva que se mantenía embasados en las nafras metálicas ubicadas en las cámaras años enteros y no se ponía rancio (ahora te lo sirven en garrafas de plástico y ponen la etiqueta consumir preferentemente antes de un años, los plásticos me dan asco, que creo que tardan más de 400 años en descomponerse) la miel, esa si que es muy buena para el cuerpo decía mi madre y el arrope hecho con aguamiel te chupabas los dedos, el vino, pisada la uva por nosotros en la bodega de mi tío, en los meses de octubre, y se hacia la primera prueba del mosto fermentado ya convertido en vino por el mes de febrero del siguiente año así pille yo mi primer pália, los gorrinos que nos comíamos hasta los cascabillos, menudos somarros salían del solomillo del gorrino, estaría todo el día contando cosas del pueblo.
Lo peor era que las faenas del campo eran muy duras se hacían jornadas de sol a sol con unas temperaturas muy extremas tanto de calor como de frió, aunque a mí solo me paso rozando esos trabajos tan duros, ósea que yo ahora no tengo viñas ni nada de campo, solo le utilizo para hacer deporte,
Respuesta a la adivinanza del otro día, de cómo entrarían en una cama diecisiete personas…….. BENEDICTO XVI y una NOVICIA.
Vaya mastina que os estoy metiendo esta mañana
SEE YOU NEXT DAY (Hasta el próximo día), saludos y besos para todos/ as de un Nostálgico.
