Pila de agua bendita, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(7 de Mayo de 2014)
Nada, nada, es sólo la rana del pozo. Quiere que le corte la cabeza, pero me da no sé qué.
-Anda –dijo la madre-, córtale la cabeza a la pobrecita si realmente es eso lo que quiere.
La muchacha se incorporó y le cortó la cabeza a la rana macho. Y en cuanto la cabeza quedó separada del cuerpo, la rana se transformó en un bellísimo príncipe, que se casó con la muchacha y vivieron siempre juntos, felices y contentos.
La rana macho cogió el hacha y croó:
Córtame la cabeza, niña bonita,
córtame la cabeza, mi mujercita.
- ¿Qué ocurre? –preguntó la madre.
Tráeme un hacha, niña bonita,
tráeme un hacha, mi mujercita.
- ¿Qué ocurre? –preguntó la madre.
-Nada, nada, es sólo la rana del pozo, que quiere un hacha.
-Entonces ve –dijo la madre-, y tráele el hacha a la pobrecita.
La muchacha se incorporó y le llevó el hacha a la rana.
Hazme la cama, niña bonita,
hazme la cama, mi mujercita.
- ¿Qué ocurre? –preguntó la madre.
-Nada, nada, es sólo la rana del pozo, que quiere dormir.
-Pues anda –dijo la madre-, y acuesta en la cama a la pobrecita.
La cama se incorporó y llevó a la rana macho a la cama.
En cuanto estuvo en la cama, la rana macho volvió a croar:
Hazme de comer, niña bonita,
hazme de comer, mi mujercita.
- ¿Qué ocurre? –preguntó la madre.
-Nada, nada, es sólo la rana del pozo, que quiere comer.
-Pues anda –dijo la madre-, dale de comer a la pobrecita.
Cuando acabó de comer, la rana macho apartó el plato y volvió a croar: