Los caños de la fuente, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(19 de Mayo de 2012)
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Una vez desaparecido Pío XII, esos hombres santos, según se los calificaba -y especialmente uno-, tal vez pretendieran desquitarse con algún tipo de venganza. Desde hacía años fermentaba un antagonismo latente entre Pascualina y Eugene Tisserant, el barbudo decano del Sacro Colegio Cardenalicio...
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Mientras pasaba dulcemente una esponja por el ceniciento rostro, Pascualina se fue preparando para afrontar una vida totalmente distinta, inédita, cuya ignominia sería completa, de eso estaba segura.
También tuvo la certeza de que tan pronto como desapareciera Pío, el Sacro Colegio Cardenalicio, institución rectora de la Iglesia, se abstendría de reverenciarla. Desde lejanas fechas los cardenales habían tenido celos de su formidable poder y de su posición privilegiada cerca del Papa, habiéndose...
LA PAPISA.

"... Llamada a la realidad por los decrecientes signos vitales del Papa, Pascualina atravesó rauda la habitación, telefoneó a su médico y luego cerró la puerta del estudio. Quiso excluir al mundo exterior hasta que llegase el doctor. Ahora, cuando ya parecía perdida toda esperanza, necesitó pasar un rato postrero con el Papa...
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Sin embargo, continuaba apoyándole impávida, mayormente por consideración a su otra faceta, la del hombre anticuado. Pío había creído siempre con todo su corazón que se debería mantener a las mujeres en una esfera protectora, que los hombres deberían mimarlas, reverenciarlas e incluso favorecerlas. Sin embargo, Pascualina sabía que él la estimaba, y mucho por cierto. Pío podía ser muy afectuoso y simpático; también comprensivo para sus muchas deficiencias, no menos fastidiosas. Además, la había...
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Su chovinismo masculino se manifestaba con frecuencia en las manías nimias pero irritantes que suelen caracterizar a los hombres de su naturaleza y alcurnia. Pascualina había detestado su propensión a esperar que las mujeres se mostraran reverenciosas, fregaran e hicieran todas las faenas caseras. Pío tenía sirvientes para esos menesteres -según le recordaba ella-, y no obstante, seguía esperando todo de Pascualina, incluso a su edad avanzada. Daba por descontadas las exquisitas atenciones para...