La fuente de los caños, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(13 de Mayo de 2012)
El testamento original de la reina se conserva en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Una copia se envió al monasterio de Santa Isabel de la Alhambra de Granada. Y otra, a la catedral de Toledo, aunque desde 1575 pasó al Archivo General de Simancas.[21]

En él, dejó dicho que sus sucesores debían esforzarse en conquistar para el cristianismo el Norte de África siguiendo la reconquista peninsular, pero el descubrimiento de América hizo que los esfuerzos de los reinos castellanos se alejasen...
Primeramente fue inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra, el 18 de diciembre de 1504, en una sencilla sepultura, según su deseo. Poco después, sus restos mortales, junto con los de su esposo Fernando el Católico, fueron trasladados a la Capilla Real de Granada. Su hija Juana I y el marido de ésta, Felipe el Hermoso, también reposan allí. Asimismo se enterró en este lugar a su nieto Miguel, hijo del rey Manuel I de Portugal, quien falleció poco antes de cumplir los 2 años de edad,...
Mi cuerpo sea sepultado en el momasterio de S. Francisco que es en el Alhambra de la ciudad de Granada (...) en una sepultura baja que no tenga bulto alguno, salvo una losa baja en el suelo, llana, con sus letras en ella. Pero quiero e mando, que si el Rei eligiere sepultura en otra cualquier iglesia o monasterio de cualquier otra parte o lugar destos mis reinos, que mi cuerpo sea allí trasladado e sepultado junto (...). Diego Clemencín, 1821.
Muerte
Doña Isabel la Católica dictando su testamento, por Eduardo Rosales, 1864, Museo del Prado. Estaba la corte en Medina del Campo (Valladolid), cuando se declaró la grave enfermedad, una hidropesía (cáncer de útero), dijo como testigo Pedro Mártir. Consciente del desenlace, mandó que las misas por su salud se tornaran por su alma, pidió la extremaunción y el Santísimo Sacramento. Habiendo otorgado testamento a 12 de octubre, falleció poco antes del mediodía del 26 de noviembre de 1504, en...
Al final de sus días, las desgracias familiares se cebaron con ella. La muerte de su único hijo varón y el aborto de la esposa de éste, la muerte de su primogénita y de su nieto Miguel (que iba a unificar los Reinos de los Reyes Católicos con el de Portugal), la presunta "locura" de su hija Juana (que desafió abiertamente a su madre en Medina del Campo) y los desaires de Felipe el Hermoso, y la incertidumbre de su hija Catalina tras la muerte de su esposo inglés, la sumieron en una profunda depresión...