Supongo que estas son las gallinas que Rosa tiene en su gallinero; las que le dan unos huevos de muerte!
...
Este sí que resultó un niño, no repelente, como Vicente, sino un niño... Cab... cete, si señor...
- ¿Cuánto pesa la Tierra- preguntaba un alumno de segundo curso.
La profesora, que no sabía la respuesta, recurrió a la mejor técnica educacional.
-Me parece muy interesante tu pregunta -le dijo- Veremos quién puede contestarla mañana.
Esa noche la maestra fue derecha a la biblioteca de su pueblo y, con gran trabajo, encontró la cifra. Al día siguiente preguntó a los alumnos si alguno había averiguado el peso de la Tierra. Na die respondió. La profesora, llena de orgullo, anunció entonces el resultado...
Había una vez un señor, -os podéis imaginar de dónde era-, que había encargado una tonelada de piedras, y le pareció, al llegar el camión con el pedido, que no había suficientes para hacer la tonelada.
Llevó entonces la balanza del baño cerca de donde habían descargado las piedras, comprobando así que faltaban 275 kilos para hacer la tonelada. "Empleé 45 minutos en pesarlas y fue una obra de romanos,-comentaba-, pero confirmé mis sospechas. En la cantera se quedaron desconcertados al saber que...
Tu orgullo impide que digas muchas verdades.
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Este sí que resultó un niño, no repelente, como Vicente, sino un niño... Cab... cete, si señor...
- ¿Cuánto pesa la Tierra- preguntaba un alumno de segundo curso.
La profesora, que no sabía la respuesta, recurrió a la mejor técnica educacional.
-Me parece muy interesante tu pregunta -le dijo- Veremos quién puede contestarla mañana.
Esa noche la maestra fue derecha a la biblioteca de su pueblo y, con gran trabajo, encontró la cifra. Al día siguiente preguntó a los alumnos si alguno había averiguado el peso de la Tierra. Na die respondió. La profesora, llena de orgullo, anunció entonces el resultado...
Había una vez un señor, -os podéis imaginar de dónde era-, que había encargado una tonelada de piedras, y le pareció, al llegar el camión con el pedido, que no había suficientes para hacer la tonelada.
Llevó entonces la balanza del baño cerca de donde habían descargado las piedras, comprobando así que faltaban 275 kilos para hacer la tonelada. "Empleé 45 minutos en pesarlas y fue una obra de romanos,-comentaba-, pero confirmé mis sospechas. En la cantera se quedaron desconcertados al saber que...
Tu orgullo impide que digas muchas verdades.