Ntra. Sra. La Virgen de la Cuesta preparada para subir a su ermita, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

julianoelapostata56

La Virgen de la Cuesta

Cuando la primera oleada de moros entró en las tierras de esta piel de toro, se dio una curiosidad en muchos lugares: teniendo un miedo exacerbado al demonio personificado en los de la media luna, en muchas tierras se escondieron tallas, sobre todo de vírgenes. ¡No era cuestión de que estas advocaciones fueran a dar a manos de esos herejes! El tiempo pasó. Es lo que suele suceder. Y cuando el tiempo avanza, acaece el olvido. De esta manera, muchas tallas permanecieron ocultas en los lugares más inesperados: en el tronco de un árbol, en el hueco de una roca, etc. Pero hubo un instante en el que las hordas de esos malditos de la media luna fueron escupidos hacia el sur por mor del avance de las tropas cristianas, las verdaderas en la fe. Claro, muchos lugares fueron de nuevo ocupados por los cristianos. Y por esas cosas de algún ángel o de la misma virgen bien aquel o esta, sabiendo que una talla determinada estaba escondida en tal lugar, sabiendo que estaba con la tristeza enquistada en su madera, lo que hacían era aparecerse a un lugareño cualquiera. Le contaba la entidad celeste al lugareño que fuera a tal lugar y que rescatara a la virgen…claro, el lugareño nunca decía que no, o casi nunca. Y como siempre aparecía la talla de la virgen olvidada, a continuación, tal talla, y a modo de recompensa, se dedicaba a hacer milagros por medio del aldeano que la había encontrado. De esta manera, poco más o menos, apareció LA VIRGEN DE LA CUESTA DE MI PUEBLO. Lo malo es que nunca he sabido de sus milagros.
A mí sí que me los han contado.
(7 de Mayo de 2019)