Caldereta del verano, vayan pasando, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

CALDERETA DE CORDERO

CALDERETA DE CORDERO AL ESTILO MOTA DEL CUERVO (CUENCA). COMIDAS TÍPICAS DE LA MANCHA.

21 mayo, 20151 mayo, 2016 ~
GRACI-A

Ingredientes (12 personas):
5kg de pierna y/o paletilla de Cordero manchego en trocitos tamaño bocado *Ver notas al final
Unas hojas de laurel
2 cebollas
2 litros de vino blanco
2 litros de agua
Sal
Pimienta molida
3 cabezas de ajo morado
1/2kg de tomate natural entero (usó de bote y el peso va escurrido)
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
3 o 4 cayenas (opcional)
Elaboración:
Los ingredientes se van echando a la sartén en crudo según se van picando.
Picas las cebollas en trocitos no muy grandes.
Picas en varios trozos cada tomate.
Salpimentas la carne.
Añades el laurel, las cayenas rotas con los dedos y las cabezas de ajo enteras.
Finalmente agregas el vaso de aceite de oliva virgen extra, el vino y el agua. (el caldo debe cubrir la carne)

Se deja cocer al calor de la leña hasta que el caldo reduzca y la carne esté tierna.
A media cocción, puedes añadir algo de sal y pimienta si lo crees necesario
(13 de Agosto de 2016)
La última vez que Matilde tomó parte en una reunión familiar fue en Colonia, en la Pascua de 965, cuando estuvieron con ella el emperador Otto "el Magno", sus otros hijos y nietos. Después de esta reaparición, prácticamente se retiró del mundo, pasando su tiempo en una y otra de sus fundaciones, especialmente en Nodhausen. Cuando se disponía a tratar ciertos asuntos urgentes que la reclamaban en Quedlinburg, se agravó una fiebre que había venido sufriendo por algún tiempo y comprendió que pronto...
Emprendió la construcción de un convento en Nordhausen; hizo otras fundaciones en Quedlinburg, en Engern y también en Poehlen, donde estableció un monasterio para hombres. Es evidente que Otto jamás volvió a resentirse porque su madre gastara los ingresos en obras religiosas, pues cuando él fue a Roma para ser coronado emperador, dejó el reino a cargo de Matilde.
En 955, cuando Matilde lo vio por última vez, le profetizó su próxima muerte y lo instó a arrepentirse, antes de que fuera demasiado tarde. En efecto, al poco tiempo, murió Enrique y la noticia causó un dolor muy profundo en la reina.
Para darles gusto, Matilde renunció a su herencia en favor de sus hijos y se retiró a la residencia campestre donde había nacido. Pero poco tiempo después de su partida, el duque Enrique cayó enfermo y comenzaron a llover los desastres sobre el Estado. El sentimiento general era que tales desgracias se debían al trato que los príncipes habían dado a su madre; Edith, la esposa de Otto, lo convenció para que fuera a solicitar su perdón y le devolviera todo lo que le habían quitado. Sin que se lo pidieran,...
Su sufrimiento más amargo fue descubrir que Enrique instigaba y ayudaba a su hermano en contra de ella. Lo sobrellevó todo con paciencia inquebrantable, haciendo notar, con un toque de patético humor, que por lo menos la consolaba ver que sus hijos estaban unidos, aunque sólo fuera para perseguirla. "Gustosamente soportaré todo lo que puedan hacerme, siempre que lo hagan sin pecar, si es que con ello se conservan unidos", solía decir, según se afirma.