El Papus, Nº 13, Los Plazos, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Vuelve 'El Papus', la revista satírica más popular de la transición

►Se publica la colección 'Antología poética de El Papus'
►El primer tomo está dedicado a 'Sor Angustias de la Cruz', de JA
►'El Papus' tuvo muchos problemas con la censura y sufrió un atentado en 1977

21.01.2015| actualización 10h21
Por JESÚS JIMÉNEZ

Publicado entre 1973 y 1986, El Papus, Revista satírica y neurasténica, es uno de los títulos míticos de la transición, por su humor novedoso, descarado y directo, su dibujo de estética feista y la abundancia de textos. Y porque fue una de las publicaciones más vendidas, con más de 115.000 ejemplares semanales (a veces superó los 400.000). También por sus constantes encontronazos con la censura y por el atentado que sufrió el 20 de septiembre de 1977 cuando un grupo fascista mandó un paquete bomba a la revista que acabó con la muerte del conserje Joan Peñalver y 17 heridos (Tenéis toda la información en este especial sobre el documental El Papus, anatomía de un atentado que podéis ver en RTVE. es)

Ahora, casi 40 años después, ecc ediciones lanza la colección Antología poética de El Papus, de cadencia trimestral, en los que recuperará los personajes más míticos de la revista, empezando por Sor Angustias de la Cruz, de JA (Jordi Amorós).

Una serie imprescindible por su calidad y porque recupera una parte fundamental de nuestra historia, como nos cuenta el coordinador de la colección, Antoni Guiral: "Podría decir que lo recuperamos porque estamos en un país que necesita tanto o más que otros recordar su pasado para saber el por qué del hoy y descubrir sus esencias. Y sería verdad. Se trata de que nuestro patrimonio no caiga en el olvido, de que rememoremos una parte reciente de nuestra historia que, a pesar de los pocos años que han pasado, aparece como en el limbo, cuando marcó mucho el qué y el por qué del día de hoy. El Papus es un tesoro cultural, como tantos otros, que hay que reivindicar constantemente, como tantas otras cosas".

Según Guiral la importancia de El Papus en la historia de España es "Básica. En la historia del cómic porque El Papus fue de las primeras revistas en publicar historieta para adultos, desde 1973, cuando por entonces la industria, por razones políticas, entre otras, todavía no había podido asumir del todo la condición adulta del medio. Ahí estaban, por ejemplo, las historietas de Ivà, Ja, Óscar, Carlos Giménez, Adolfo Usero, Luis García y Ventura y Nieto. Todo ello apareció antes de llamado boom del cómic para adultos, que se inició en España en 1977 con la publicación de la revista Totem, y que continuó a partir de 1978 y 1979 con las revistas 1984 y El Víbora.

Guiral también destaca su importancia: "Respecto a periodismo satírico español, habida cuenta de la Censura con la que convivía la prensa (a pesar de la Ley de Prensa e Imprenta de Manuel Fraga de 1966), aparte de La Codorniz muy pocas revistas satíricas se publicaban; de hecho, ni La Codorniz ni Mata Ratos eran realmente revistas satíricas, y recordemos que en 1973 sólo existía como tal Barrabás, concentrada en el mundillo del deporte. El Papus apareció antes que, por ejemplo, Por favor, y sólo después de Hermano Lobo. O sea que su importancia en este sentido es capital para entender el relanzamiento de la prensa satírica gráfica en España después de 40 años sin ella".
(12 de Enero de 1974)
“Siempre ha sido una tentación creer que la Iglesia solo se forma con la gente pura, perfecta y santa. No. La Iglesia abraza a todos: santos y pecadores. Es santa en su cabeza, Cristo resucitado, y en sus miembros más insignes: María y los santos. Es santa porque a través de su humanidad el Espíritu sigue actuando en el mundo, ofreciéndonos la luz de la Palabra y la fuerza de los sacramentos. Pero esa santidad que viene de Dios es para que la vivamos hombres y mujeres imperfectos”, concluyó, completando...
Tomada de los hermanos protestantes, la fórmula que los católicos adoptamos en el Concilio Vaticano II, relata monseñor Buenanueva, es “la Iglesia está siempre en reforma”, porque “sus miembros somos imperfectos y el Evangelio siempre nos queda grande. Parafraseando al Papa Francisco: somos un pueblo de pecadores amados y perdonados”, añadió.
“Todo lo que en la comunidad cristiana es visible (palabras y gestos, culto y normas, personas e instituciones, carismas y ministerios) está al servicio de la invisible: el Espíritu que santifica a la familia de Cristo”, insistió, y destacó que “el rostro humano de la Iglesia, con todos sus límites, está llamado a ser expresión de la misericordia de Dios manifestada en Jesucristo”.
“Donde Dios hace oír su Palabra, allí el Espíritu reúne una comunidad unida por la fe”, sostuvo el obispo, y afirmó que, para los cristianos, “esto acontece en torno a la persona de Jesús. Él es la Palabra que escuchamos cuando leemos las Escrituras. Es su Espíritu el que nos une en comunión fraterna, rescatándonos de la soledad y el aislamiento”.
“Creemos en Dios que ha creado la Iglesia como la reunión de todos los que creen. Esa es también una de las definiciones más bellas de la Iglesia: ‘congregatio fidelium’ (la reunión de todos los que escuchan, acogen y creen en la Palabra). Así, la Iglesia entra en el campo de la fe como obra de Dios para nosotros”, continuó.