ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Por encima de las nubes
Foto enviada por cuenka

En estos momentos, no se si estoy por encima o por abajo de las nubes, pero estar en ellas, estoy. Estoy en las nubes porque no puedo estar, en estos momentos, en la Procesión de la Subida de la Virgen hasta su ermita. VIVA LA VIRGEN DE LA CUESTA!
Llenó sus bolsillos de monedas de oro y ya nunca pasó hambre ni frío. Y vivió siempre feliz y siguió haciendo el bien a los demás.
Y la generosidad niña, que había dado a los demás todo lo que tenía, se vio cubierta por un abrigo de piel, también llovido del cielo
Pero de pronto, inexplicablemente, se desprendieron del firmamento miles de estrellas, como un deslumbrante lluvia, y al posarse sobre la nieve las estrellas se convirtieron en monedas de oro.
Y así quedó la pequeña a merced de un viento helado que iba congelando su cuerpecito. Pensó que moriría de frío en poco tiempo y se puso a rezar.
Y como le dio mucha pena, la huérfana también se despojó de la camisa.
Entonces otra niña, cobijada al amparo de un árbol, le pidió su camisa, pues ya no soportaba el frío.
Ya era de noche y nevada copiosamente cuando la pequeña se adentró en un bosque con ida de pasar la noche allí.
La huerfanita tuvo piedad de ella y le dio su chaqueta y su falda.
Poco después vio a una niña muy pequeña tiritando de frío, casi desnuda, que la mirada con ojos tristes.
-Te lo regalo- contestó con generosidad.
– Tengo mucho frío y me duele la cabeza. ¿No podrías dejarme tu gorro?
Prosiguió su andadura y al cabo de un rato se acercó a ella un chiquillo, que le dijo:
La niña se compadeció de él y le entregó el pedazo de pan.
-Por favor, pequeña, dame algo de comer.