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No somos bastante buenos, primero porque, los padres, como todos los seres humanos, tenemos nuestras flaquezas y temores y la mayoría de las veces las contagiamos a nuestros hijos. Todos conservamos la marca que las dificultades del ambiente en que hemos vivido la herencia psíquica y los errores y prejuicios propios de nuestro tiempo imprimieron en nosotros.
Es inevitable también que los mejores padres tengamos períodos de preocupaciones, angustia y tensión, durante los cuales debemos hacer ... (ver texto completo)
No somos bastante buenos, primero porque, los padres, como todos los seres humanos, tenemos nuestras flaquezas y temores y la mayoría de las veces las contagiamos a nuestros hijos. Todos conservamos la marca que las dificultades del ambiente en que hemos vivido la herencia psíquica y los errores y prejuicios propios de nuestro tiempo imprimieron en nosotros.
Es inevitable también que los mejores padres tengamos períodos de preocupaciones, angustia y tensión, durante los cuales debemos hacer ... (ver texto completo)
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Los padres deberíamos aceptar el hecho de que nuestros hijos no son como nosotros, los padres; están lejos de parecérsenos como copias exactas, pues en cierto modo son también "hijos de sus antepasados" y a veces tienen rasgos de algunos a quienes se olvidó hace tiempo...
Los padres deberíamos aceptar el hecho de que nuestros hijos no son como nosotros, los padres; están lejos de parecérsenos como copias exactas, pues en cierto modo son también "hijos de sus antepasados" y a veces tienen rasgos de algunos a quienes se olvidó hace tiempo...
