El problema carlista
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La sucesión carlista en el siglo XIX
Carlos V. Fue el nombre y orden dinástico que adoptó Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII. En su tiempo tuvo lugar la primera guerra ca...
Desde 1868, el carlismo cobró nuevo ímpetu y se organizó en torno a Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro, que atrajo a sus filas importantes sectores contrarios a la revolución. Tras las elecciones de 1872, en las que los carlistas perdieron la mitad de sus diputados, la tendencia favorable a la guerra, defendida por el general Díaz de Rada, se impuso a la mantenida por Nocedal, partidario de intervenir en el juego político.
De este modo se inició la tercera guerra carlista en Valencia y en el Maestrazgo, con inmediata repercusión en Aragón y Cataluña y una mayor virulencia en Navarra y en el País Vasco. Con la proclamación de la República, la guerra se avivó en la zona vasconavarra, en Cataluña y en el Maestrazgo. Era un problema cuya solución tendría que afrontar, como en el caso de Cuba, la monarquía de Alfonso XII.
La guerra concluyó en 1876 con la abolición de los fueros. Gracias a la presión de los liberales fueristas, en 1878 se estableció el concierto económico, según el cual el gobierno central y las diputaciones vascas fijaban el cupo con el que los territorios vascos debían contribuir a las arcas del Estado. Este sistema ha estado vigente desde entonces hasta la actualidad, salvo durante la dictadura franquista. ... (ver texto completo)
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La sucesión carlista en el siglo XIX
Carlos V. Fue el nombre y orden dinástico que adoptó Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII. En su tiempo tuvo lugar la primera guerra ca...
Desde 1868, el carlismo cobró nuevo ímpetu y se organizó en torno a Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro, que atrajo a sus filas importantes sectores contrarios a la revolución. Tras las elecciones de 1872, en las que los carlistas perdieron la mitad de sus diputados, la tendencia favorable a la guerra, defendida por el general Díaz de Rada, se impuso a la mantenida por Nocedal, partidario de intervenir en el juego político.
De este modo se inició la tercera guerra carlista en Valencia y en el Maestrazgo, con inmediata repercusión en Aragón y Cataluña y una mayor virulencia en Navarra y en el País Vasco. Con la proclamación de la República, la guerra se avivó en la zona vasconavarra, en Cataluña y en el Maestrazgo. Era un problema cuya solución tendría que afrontar, como en el caso de Cuba, la monarquía de Alfonso XII.
La guerra concluyó en 1876 con la abolición de los fueros. Gracias a la presión de los liberales fueristas, en 1878 se estableció el concierto económico, según el cual el gobierno central y las diputaciones vascas fijaban el cupo con el que los territorios vascos debían contribuir a las arcas del Estado. Este sistema ha estado vigente desde entonces hasta la actualidad, salvo durante la dictadura franquista. ... (ver texto completo)
