Marido y mujer se giraron asustados y vieron a pocos pasos a un
gigante de cabellos largos, el más feo que jamás hubiera rozado las nubes: tenía brasas en lugar de ojos, la nariz roja y llega de verrugas, dos matojos en marañados por cejas, y unas inmensas orejas puntiagudas que se agitaban al viento.