PUERTOLLANO (Ciudad Real)

estación
Foto enviada por loli gómez

EL ANDÉN

Hoy de nuevo mis pasos se han dirigido hacia la estación, la misma en la que aquella fría noche de invierno te viera partir con rumbo incierto. Ella sabe mejor que nadie de mis debilidades he inquietudes, de tantas horas de espera y tantas tardes vacías por tu ausencia prolongada.

Sentado en un banco junto al anden, espero impaciente el sonar de la sirena del cercano paso a nivel con barreras, el se encargara de avisarme a la llegada del tren

Los recuerdos de otros tiempos me mantienen ... (ver texto completo)
Bonita carta, una respuesta conmovedora, estos dias me pongo muy sensible.
un saludo amigo
Ya lo ves amiga, a veces la rabia de un enfado nos ciega y no vemos lo que se nos ofrece, pero afortunadamente solo es una carta, alguien dijo eso de: la mancha de la mora con otra verde se quita…. saludos y a cuidarse…
TU CARTA

Aun hoy me pregunto lo que nos sucedió y el porqué yo no quise abrir aquella carta, la que tú me dieras antes de tu partida, cierto es que nuestra relación se había enfriado algo, pero yo no alcanzaba a comprender tu repentina marcha, recuerdo bien, que dijeras al dármela que cuando saliera el tren la abriera.

Que error mas grande cometí, la primera idea fue ver su contenido delante de ti, pero la rabia me lo impidió.

Después, al quedar solo y ver lo que en ella decías, vi que ya ... (ver texto completo)
Bonita carta, una respuesta conmovedora, estos dias me pongo muy sensible.
un saludo amigo
TU CARTA

Aun hoy me pregunto lo que nos sucedió y el porqué yo no quise abrir aquella carta, la que tú me dieras antes de tu partida, cierto es que nuestra relación se había enfriado algo, pero yo no alcanzaba a comprender tu repentina marcha, recuerdo bien, que dijeras al dármela que cuando saliera el tren la abriera.

Que error mas grande cometí, la primera idea fue ver su contenido delante de ti, pero la rabia me lo impidió.

Después, al quedar solo y ver lo que en ella decías, vi que ya ... (ver texto completo)
LA ESTACION

La comida había sido copiosa, después de la obligada digestión, se imponía el paseo de la tarde, una mirada desde mi ventana para ver la calle, esa misma que me dispongo a transitar, espero el ascensor mientras me pregunto el porque casi siempre me lo quita algún vecino, pareciera que me estaba esperando, por fin llega y me transporta a la planta baja, una vez que me encuentro en la puerta de entrada, mis pasos se encaminan hacia la estación del tren.

Bajo por la calle, solo me ... (ver texto completo)


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