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CIUDAD REAL: Siglo XVI en España es época de grandes santos. Todos...

Siglo XVI en España es época de grandes santos. Todos ellos tienen una importancia decisiva en el movimiento de renovación cristiana que supone el concilio Trento: unos, porque lo prepararon; otros, porque intervinieron en el; otros, finalmente, porque lo llevaron a la práctica.

El beato Nicolás Factor, fraile franciscano de Valencia, es de estos últimos. Se ordenó sacerdote un año antes de comenzar ese Concilio. Fiel discípulo de San Francisco, fray Nicolás supo llevar una vida pobre y sencilla, a pesar de los importantes cargos que tuvo que desempeñar en su Orden. Fuese superior o súbdito, su vida en el convento apenas variaba. Sus ayunos y modificaciones seguían siendo las mismas. Si acaso se destacaba en algo, era en un mayor y mejor servicio los hermanos cuando era superior de ellos.

Pero su actividad no se ceñía a las paredes del convento. Se destacó en el ministerio de la reconciliación. Confesor incansable, lúcido y experimentado director de espíritus, nuestro fraile realizó una eficaz labor con seglares y religiosas.

Su caridad con los enfermos, especialmente con aquellos más necesitados, no tenía límites.

En la predicación, era sencillo, pero con palabras ardientes. A la fuerza irresistible de su ejemplo, añadía un ingenio agudo para convencer y convertir.

Tuvo que sufrir la envidia de la gente importante. Algunos pensaban, y hasta se lo dijeron, que, en su vida, había más soberbia que virtudes. Nicolás, sin inmutarse y reconociendo que era un gran pecador, acababa siempre por trocar la envidia en admiración.

No escribió mucho. De él se conservan alguna pequeña obra espiritual y pocas cartas. Son sencillas y no se puede decir que formen un cuerpo completo de doctrina teológica. Pero, a través de ellas, se puede conocer la gran profundidad de su espíritu.

Cuando, muy enfermo ya, sabía que llegaba el fin de sus días, las palabras que más se debían repetir eran una confesión de fe: "Jesús, creo". Era el resumen de su vida.

Nicolás había nacido en Valencia el año 1520, y, ahora, a los 63 años, entregaba su vida a Dios.

La iglesia recuerda su memoria el día 5 de marzo.