Estos nuevos del PP y sus voceros, no conformes con haber ganado -¡y de qué forma!- siguen difundiendo sus habituales demagógicos mensajes, lanzando insinuaciones malintencionadas, sembrando sospechas...Que Quico ha cobrado un sueldo de la Diputación, no del Ayuntamiento, pues sí, que bien que se lo ha currado, y su buen trabajo y mucha dedicación han sido valorados y reconocidos públicamente por su Presidente.
Satisfechos y agradecidos deberíamos estar sus paisanos, pues bastante provecho ha sacado Calzada de ello. ¿No sería lógico y normal que nos sintiésemos orgullosos de él en lugar de intentar desprestigiarlo con mentiras y calumnias?
Lo que pasa es que muchos sentían celos e insana envidia, les fastidiaba que Quico, el hijo del lisiado de la casetilla del Egido, fuera nada menos que Vicepresidente de la Diputación. Y esos mismos aún siguen demostrando esa inquina. ¿Es que es mejor que los puestos los ocupen los de otros pueblos? Para esos parece que sí.
Que ahora no sigue como Diputado, pues claro, es el resultado de lo que el pueblo votó. Éxito electoral vuestro, sin duda.Ya estáis ufanos, habéis conseguido vuestro propósito.
Sobre lo que cobraba en el Ayuntamiento, por asistencia a Plenos y Comisiones que no sueldo, si era tanto como insinuáis, bien le vendrá ahora a Félix. Además, por qué no lo hacéis público vosotros. Los anteriores no tienen por qué pues ellos ni han entrado ni creo que entrarán al capote que con vuestras insidias les tendéis.
Juan José simultaneaba su trabajo como Maestro con las labores al frente del Ayuntamiento, y no se liberó con sueldo del Ayuntamiento, y no cobraba absolutamente nada pues renunció a las dietas por asistencia a Plenos y Comisiones. Y sé bien que para él la Escuela era lo primero, que se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos los días que por su cargo faltó al trabajoen los casi ocho años que estuvo. Podéis informaros de que lo que digo es verdad de quienes eran sus compañeros maestros y de sus alumnos. Y Quico, durante los años que aún no estaba liberado en la Diputación, tampoco se liberó en el Ayuntamiento y compaginaba su trabajo en el Instituto con la Alcaldía. Félix no dudo que seguirá en la misma línea. Él tiene más facilidad porque como agricultor por su cuenta no depende de nadie ni de un horario fijo que cumplir y puede distribuirse el tiempo a su conveniencia, aunque, eso sí, quitándoselo a su persona.
Satisfechos y agradecidos deberíamos estar sus paisanos, pues bastante provecho ha sacado Calzada de ello. ¿No sería lógico y normal que nos sintiésemos orgullosos de él en lugar de intentar desprestigiarlo con mentiras y calumnias?
Lo que pasa es que muchos sentían celos e insana envidia, les fastidiaba que Quico, el hijo del lisiado de la casetilla del Egido, fuera nada menos que Vicepresidente de la Diputación. Y esos mismos aún siguen demostrando esa inquina. ¿Es que es mejor que los puestos los ocupen los de otros pueblos? Para esos parece que sí.
Que ahora no sigue como Diputado, pues claro, es el resultado de lo que el pueblo votó. Éxito electoral vuestro, sin duda.Ya estáis ufanos, habéis conseguido vuestro propósito.
Sobre lo que cobraba en el Ayuntamiento, por asistencia a Plenos y Comisiones que no sueldo, si era tanto como insinuáis, bien le vendrá ahora a Félix. Además, por qué no lo hacéis público vosotros. Los anteriores no tienen por qué pues ellos ni han entrado ni creo que entrarán al capote que con vuestras insidias les tendéis.
Juan José simultaneaba su trabajo como Maestro con las labores al frente del Ayuntamiento, y no se liberó con sueldo del Ayuntamiento, y no cobraba absolutamente nada pues renunció a las dietas por asistencia a Plenos y Comisiones. Y sé bien que para él la Escuela era lo primero, que se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos los días que por su cargo faltó al trabajoen los casi ocho años que estuvo. Podéis informaros de que lo que digo es verdad de quienes eran sus compañeros maestros y de sus alumnos. Y Quico, durante los años que aún no estaba liberado en la Diputación, tampoco se liberó en el Ayuntamiento y compaginaba su trabajo en el Instituto con la Alcaldía. Félix no dudo que seguirá en la misma línea. Él tiene más facilidad porque como agricultor por su cuenta no depende de nadie ni de un horario fijo que cumplir y puede distribuirse el tiempo a su conveniencia, aunque, eso sí, quitándoselo a su persona.