Querido
amigo Emigrao, compruebo que sigues el consejo del sabio y viejo Catón, eso que ganas para ti y para tus más cercanos. Sí, Emigrao, sí: las
calles de
Alamillo están sucias, y los alrededores, y los
campos, y las cunetas; sucias de residuos recientes y añejos. Pero como bien decías, eso no sólo ocurre en nuestro
pueblo, ese es un mal de la sociedad consumista e individualista (o egoísta, como quieras llamarla) en la que vivimos. Están sucias las calles, y el alma de las personas.
Tu bien
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