Mi sorpresa es saber que no aceptamos de manera natural y necesaria para ser una democracia consolidada, las críticas que nos vienen por ideas o sentimientos contrarios, eso no es bueno, porque rompe las reglas del
juego y trasciende más en la parte emocional, que debe permanecer al margen, si no queremos que el sistema como tal, deje ser funcional y operativo. Toda persona que representa a una entidad pública, elegida por el
pueblo democraticamente debe saber de su responsabilidad social como ente
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