Buenas tardes a todos, un servidor estuvo alli estudiando, aunque por rebeldia con algun cura, que no me acuerdo de su nombre, estuve poco tiempo, no acabe el primer año de estancia. Me tenian que sacar de la piscina, solia estar castigado bastante tiempo y cuando fueron a buscarme, estabamos en misa, me volvi y dije; suerte y que Dios os proteja. Esa es mi corta historia. Un saludo a todos.
Hola a todos! Gracias 270358 por poner tu grano de arena. Tu historia, aunque breve sea, siempre será una historia. Aprovecho para desearte que la salud te acompańe. Os recordáis del estanque de Ontaneda. Qué bonito y limpio está ahora. Sólo le faltan los cisnes! Espero que lo conserven así. Es una bonita postal. Me recuerdo que en 1964 no se parecía nada al de ahora. En aquél tiempo sólo tenía piedras y maleza. Sabéis quienes comenzaron a limpiarlo a cambio de poder usarlo para jugar? Los pequeňos o menores"apóstolicos". No os imagináis cuántas horas empleamos para dejarlo limpio. Al final sacamos provecho de nuestro esfuerzo. Casi todos los días después de comer y para "bien hacer la digestión" corríamos a tropel al estanque a jugar futbol... El ayuntamiento de Ontaneda pienso que habrá colocado una placa en nuestro recuerdo. Si alguno la ve que me lo comunique. Si he omitido algo agradezco las correcciones. Saludos a todos y por favor NO BAJÉIS LA GUARDIA el virus está al acecho. No somos jóvenes. M. A. ALLER
Salud y ánimo para todos. Miguel Ángel Aller, por favor, ¿puedes poner una foto clara tuya? Tu nombre me suena mucho, per no consigo ponerte cara. Se por lo que habláis que eras del 63 y debimos convivir varios años. He visto algunas fotos donde estás pero no uno nombre con cara por algún motivo. Gracias.
Reiteró los ánimos a los que como yo estáis confinados. Jaime Blanco
Reiteró los ánimos a los que como yo estáis confinados. Jaime Blanco
Feliz Pascua de Resurrección a todos. Espero que estéis bien de salud y fuertes anímicamente para aguantar la que se nos está viniendo encima.
Yo aislado en medio de la huerta murciana, en mi ínsula/casa de la que soy único habitante y por tanto gobernador, emulando al amigo Sancho. Pues sí, aquí sufriendo la pandemia, quizás más levemente que otros, por poder cultivar, tener cierta libertad de movimientos y hacer algo de ejercicio físico
Amigo Aller, pensaba que eras del 63 y claro, el hecho de estar en diferentes comunidades forzó nuestra incomunicación personal. No obstante tu nombre me suena común entre los que van apareciendo por este foro.
A Felix lo recuerdo perfectamente, quizás porque éramos de pueblos vecinos pero hay otros que me cuesta.
¿Qué te llevó a Chequia? Cuéntanos un poco, si no te importa. Me encanta saber de todos vosotros.
Saludos y mis mejores deseos para todo el grupo.
Jaime Blanco
Yo aislado en medio de la huerta murciana, en mi ínsula/casa de la que soy único habitante y por tanto gobernador, emulando al amigo Sancho. Pues sí, aquí sufriendo la pandemia, quizás más levemente que otros, por poder cultivar, tener cierta libertad de movimientos y hacer algo de ejercicio físico
Amigo Aller, pensaba que eras del 63 y claro, el hecho de estar en diferentes comunidades forzó nuestra incomunicación personal. No obstante tu nombre me suena común entre los que van apareciendo por este foro.
A Felix lo recuerdo perfectamente, quizás porque éramos de pueblos vecinos pero hay otros que me cuesta.
¿Qué te llevó a Chequia? Cuéntanos un poco, si no te importa. Me encanta saber de todos vosotros.
Saludos y mis mejores deseos para todo el grupo.
Jaime Blanco
Hola M A Aller, Felix, etc... sí, tengo la suerte de poder tener una vida que según muchos es lo que más se parece a “normal” estando, como estoy, en plena huerta murciana. La “mala” suerte, es que ha llovido bastante en los últimos meses y la huerta se llena de malas hierbas que dan trabajo extra incluso, a veces, ni siquiera se puede cavar por el barro. He aprovechado unos días más secos y he plantado un poco de todo como todos los años.
Está bien tu historia y quién más y quién menos fuimos al colegio huyendo de miseria y compañía (aunque allí nos encontramos con lo mismo). Las familias en su afán de darnos educación/formación, nos mandaban a este tipo de colegios religiosos como mejor forma de sacarnos de una vida llena de escasez y sin mucho futuro. Yo tenía dos primos ya en el cole que me escribían cartas con fotos de las actividades deportivas y me tenían realmente embobado, así que fue fácil la huida hacia adelante y un buen día me encontré allí metido.
Yo no hice buen negocio yendo. Llegué con ingreso y primero hecho con casi 11 años y salí con tercero de aquel bachiller que teníamos que por normas de la época se me redujeron a dos cursos. Salí con segundo después de estar 4 años (me hicieron repetir un curso, creo que por inmadurez (o eso me dijeron, era muy “pequeñico”) La verdad es que cuando salí, en el verano me hice tercero y cuarto que tuve que repetir por las dichosas matemáticas.
Bueno fue una experiencia dura pero seguí estudiando en Armenteros (Salamanca) y ya preu y la universidad en Salamanca ciudad.
A la hora de empezar la universidad, eStuve muy tentado por las lenguas clásicas (se me daban bien, sobre todo el griego) pero al final y con buen criterio, me decidí por lenguas modernas y elegí alemán e inglés y aparte de estudiar otras lenguas (francés, italiano, portugués, hasta un poco de ruso y catalán, a lo que si unimos el latín y griego, completa un buen número).
Como podéis intuir mi vida ha estado siempre en torno a los idiomas y es a la enseñanza, sobre todo de inglés, a lo que he dedicado mi vida profesional, como ya comenté en mis primeras comunicaciones. Ejercí la docencia en Santander y cansado de la lluvia, decidí emigrar a tierras más cálidas para acumular puntos para mi destino anhelado, Salamanca.
Así llegué a Murcia y ya de aquí no salí mucho, me casé, tuve dos hijos y después de casi 40 años aquí sigo, divorciado y moderadamente feliz, disfrutando de mi jubilación.
De aquellos años del cole, sólo saqué mi amor por los idiomas (creo) y una relativamente “envidiable“ forma física (toco madera) que conservo, amén de los buenos amigos que encontré allí en su momento y los conseguidos en este foro.
Un poco largo ha quedado esto, pero como ayer llovió mucho, no pude faenar en la tierra.
Está bien tu historia y quién más y quién menos fuimos al colegio huyendo de miseria y compañía (aunque allí nos encontramos con lo mismo). Las familias en su afán de darnos educación/formación, nos mandaban a este tipo de colegios religiosos como mejor forma de sacarnos de una vida llena de escasez y sin mucho futuro. Yo tenía dos primos ya en el cole que me escribían cartas con fotos de las actividades deportivas y me tenían realmente embobado, así que fue fácil la huida hacia adelante y un buen día me encontré allí metido.
Yo no hice buen negocio yendo. Llegué con ingreso y primero hecho con casi 11 años y salí con tercero de aquel bachiller que teníamos que por normas de la época se me redujeron a dos cursos. Salí con segundo después de estar 4 años (me hicieron repetir un curso, creo que por inmadurez (o eso me dijeron, era muy “pequeñico”) La verdad es que cuando salí, en el verano me hice tercero y cuarto que tuve que repetir por las dichosas matemáticas.
Bueno fue una experiencia dura pero seguí estudiando en Armenteros (Salamanca) y ya preu y la universidad en Salamanca ciudad.
A la hora de empezar la universidad, eStuve muy tentado por las lenguas clásicas (se me daban bien, sobre todo el griego) pero al final y con buen criterio, me decidí por lenguas modernas y elegí alemán e inglés y aparte de estudiar otras lenguas (francés, italiano, portugués, hasta un poco de ruso y catalán, a lo que si unimos el latín y griego, completa un buen número).
Como podéis intuir mi vida ha estado siempre en torno a los idiomas y es a la enseñanza, sobre todo de inglés, a lo que he dedicado mi vida profesional, como ya comenté en mis primeras comunicaciones. Ejercí la docencia en Santander y cansado de la lluvia, decidí emigrar a tierras más cálidas para acumular puntos para mi destino anhelado, Salamanca.
Así llegué a Murcia y ya de aquí no salí mucho, me casé, tuve dos hijos y después de casi 40 años aquí sigo, divorciado y moderadamente feliz, disfrutando de mi jubilación.
De aquellos años del cole, sólo saqué mi amor por los idiomas (creo) y una relativamente “envidiable“ forma física (toco madera) que conservo, amén de los buenos amigos que encontré allí en su momento y los conseguidos en este foro.
Un poco largo ha quedado esto, pero como ayer llovió mucho, no pude faenar en la tierra.