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UJO: HOLA antonio, sigo estando en Bélgica. Y, si esperas...

HOLA antonio, sigo estando en Bélgica. Y, si esperas un poco, le trasmito a Tom, tu deseo del abrazo prometido y siempre pendiente.

Es cierto, las competiciones por ver quienes hacian las hogueras mas surtidas y duraderas, por ganar esos partidos e incluso, esas batallitas a pedrada limpia, que de municiones nunca faltaban en la Llera. Qué tiempos, eh?

Tambien os recuerdo jugando al tenis, en una pista cimentada y las palizas de correr que os dabais para pegar a aquella diminuta pelota, de un lado para otro, y asistir a los partidos de balon mano que se organizaban en el campo de la Vega, ahora urbanizada, etec... Eran tiempos dificiles, y dentro de la dificultad felices, porque nos buscábamos el acomodo en los infortunios, robando espacios de alegria y felicidad, juegos sociales y sociables, ninguno individual, que desarrollaba en nosotros el carácter social y ameno que los juegos compartidos nos proporcionaban.

La peonza, los platillos, el pio campo, el escondite, el pañuelo, las bolas, etec, todos ellos de poco coste y durables, era muy buena la relacion: precio de coste y calidad.

Los años ciencuenta eran mas sombrios que los sesenta, posiblemente porque los unos marcaban la infancia, los otros la pubertad, la revolucion musical y generacional que esos años sesenta significaron para los que los hemos vivido, con nuestros enfrentamientos con las mentalidades de nuestros padres y demas familiares, años tambien de la minifalda y pantalones femeninos, toda una revolucion de hábito y de costumbres, que desbordaban los limites de la censura de uso corriente en aquella España nuestra, donde se iba a visitar al peluquero una vez por mes, de obligado cumplimiento.

Los problemas generacionales, tambien sociales, las huelgas, las necesidades, las deportaciones, las represiones y las torturas, los interrogantes y las inquietudes por la libertad en todos los órdenes.

Enfin, que los años sesenta marcaron un antes y un despues, en las relaciones padres e hijos, y los hijos con la sociedad y la censura.

Es cierto, que no todos hemos vivido las situaciones en las mismas circunstancias, pero de una u otra forma, en mayor o menor medida, todos estuvimos en la misma borágine de los acontecimientos, como sujetos pasivos o activos, pero dentro de ello.

Tiempos que recordamos con cariño y respeto, porque, de una u otra forma, todos hemos contribuido a forjarnos tal y como somos, a enfrentarnos al mundo veinteañeros, a construir el edificio que nos cobijará el resto de nuestros dias, con el bagaje de lo adquirido en los tiempos que dejamos atras, que no ha sido tiempo baldío. Hemos disfrutado de una infancia plena, donde la inventiva era esencial para la supervivencia.

Gracias, Antonio, por el despertar del recuerdo de lo que ha sido y sigue siendo en algun lugar de nuestros corazones. Una abrazo para ti, y para todos los de Ujo allá donde se encuentren.