Yo tenía un camarada.
!Nunca lo hallaré mejor!
Que en la gloriosa jornada
Iba, firme la pisada,
Al redoble del tambor.
¡Una bala, compañero!
-¿Para quién de los dos es?
Era el dialogo postrero,
Y bajo el plomo certero
Cayó tendido a mis pies.
Hace un esfuerzo, y en vano,
Quiere mi mano estrechar.
-¡Duerme en paz, querido hermano!
La Patria quiere mi mano
Para volver a atacar.
¡Gloria! ¡Gloria!
¡Gloria y victoria!
Con el cuerpo con el alma,
Con las armas en la mano,
Por la Patria.
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