Depósito de aguas del Cristo. Alto del Cristo. 1928. Y. Sánchez del Río. Con una sólida formación avalada por maestros como Eugenio Ribera, que ya había realizado el segundo depósito de la ciudad, Sánchez del Río perteneció a una generación de igenieros, que gracias a sus estudios y experimentos estructurales contribuyeron al desarrollo del hormigón armado a nivel mundial. Sánchez del Río, técnico municipal desde 1924, proyectó este depósito intentando armonizar con el ambiente "singularmente bello" del Alto del Cristo, con una fuerte convicción de que la racionalidad y la economía se basan en la búsqueda de la verdad constructiva y estructural.
